El denominado Libro Beige de la Fed fue completado mayormente en abril, cuando los negocios no esenciales permanecían cerrados en la mayor parte de Estados Unidos, y hasta mediados de mayo, cuando algunos estados comenzaron a relajar las restricciones.
La Fed actuó de manera agresiva para respaldar a la economía a medida que el nuevo coronavirus se propagaba por el mundo y provocaba cierres generalizados de empresas y una escalada en la pérdida de empleos.
Más de 38 millones de estadounidenses han solicitado beneficios estatales por desempleo en los últimos dos meses, al tiempo que la tasa de desempleo se disparó al 14.7% en abril.
El banco central recortó las tasas de interés a cerca de cero en marzo, lanzó una ronda de compras de activos sin límites y anunció una serie de herramientas de emergencia para respaldar a las compañías y los hogares.
Una nueva línea de préstamo, que comenzará además a otorgar créditos a empresas de tamaño medio, debería comenzar a distribuir fondos dentro de dos semanas, aseguró el domingo el presidente de la Fed de Boston, Eric Rosengren.
El banco central también alista una línea que prestaría efectivo a municipalidades con problemas de liquidez que están lidiando con menores ingresos debido justamente a la crisis.