Las perspectivas económicas para México continúan empeorando. Hoy jueves, Finamex Casa de Bolsa revisó y presentó sus expectativas para el PIB de 2020 y esperan que caiga 11%, luego de su último pronóstico presentado en junio de -7.5%.
El fuerte decrecimiento en 2020, vendrá acompañado de una lenta recuperación, con una perspectiva de 3.5% para 2021.
“Los riesgos para la economía continúan acumulándose, incluso a un paso mayor, imponiendo retos mayores, esperamos que la proyección del PIB se siga revisando ligeramente a la baja, hemos visto números peores a los esperados en el primer trimestre, hay monitoreo de indicadores en mayo y junio, esperamos que vengan un poco peores”, dijo en conferencia de prensa, Jessica Roldán, directora de Análisis Económico en Finamex Casa de Bolsa.
Las revisiones a la baja de Finamex obedecen también a factores como el hecho de que Latinoamérica sea el epicentro de la pandemia a nivel mundial, y una de las regiones más severamente afectadas por la crisis económica derivada del gran confinamiento para evitar la propagación del coronavirus, de acuerdo con la presentación de la economista en jefe.
Roldán referenció que la economía mexicana llegó mal parada a esta crisis, lo que generó caídas “muy aparatosas y sin precedentes” en marzo, abril y mayo, por lo que niveles de producción llegaron a retroceder hasta 10 años o más.
Aún faltan más indicadores que se den a conocer y analizar, como el Indicador Global de Actividad Económica (IGAE) e influenciarán en próximas revisiones.
“Lo que estamos esperando para el tercer trimestre, es que haya crecimiento, esto luego de una fuerte contracción en el segundo trimestre del año, pero no alcanza para hablar de una recuperación”, dijo Roldán.
Finamex prevé que en tasas anuales el PIB caiga -21% y en el tercer trimestre -11.4% a tasas anuales.
La directiva explicó que las expectativas y la recuperación de la economía dependerán del comportamiento de las olas de contagio en el mundo y en el país, la respuesta a la pandemia por parte del sector público, los efectos globales para la economía, en específico de Estados Unidos, pues ahí veremos la afectación de la demanda en México por bienes externos.
También la reconfiguración de las cadenas de suministro, pues se espera que sean más regionales, en vez de globales, en las que México puede tener oportunidad para atraer inversión por instalación de nuevas plantas, no obstante el país tendrá que ofrecer reglas seguras a los inversionistas.
Advirtió que ante la menor actividad económica, los ingresos del sector público se verán fuertemente afectados, “por puro tema de ingresos vamos a tener un hoyo importante en las finanzas públicas”, comentó.
“Se están tomando ingresos de fideicomisos, los requerimientos financieros van a estar ascendiendo como porcentaje del PIB, y el PIB se está contrayendo en su conjunto”, culminó.
