"Sean audaces", dijo Reinhart, cuando se le preguntó sobre su consejo a los líderes del G-20 durante un evento organizado por el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo.
"Este no es el momento de ser tímido en la resolución de la crisis de la deuda. Las propuestas deben ser audaces en términos de reducir la deuda de los deudores, porque si no los riesgos de una década perdida son muy grandes".
También dijo que la pandemia de Covid-19 ha exacerbado los ya asombrosos problemas de deuda en muchos países y que es fundamental que las naciones del G20 avancen rápidamente con "propuestas más grandes y ambiciosas" sobre reducción de la deuda.
Funcionarios de finanzas del G20 acordaron el 14 de octubre extender su Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI, por sus siglas en inglés), que permite a los países más pobres suspender los pagos de la deuda a acreedores bilaterales oficiales hasta mediados de 2021.
También acordaron en principio un "marco común" para tratar caso por caso el creciente número de países de bajos ingresos que enfrentan problemas de deuda, pero esa medida aún debe ser respaldada por los miembros del grupo.
Los funcionarios de finanzas trabajarán en ese tema cuando se reúnan en noviembre, antes de una cumbre de líderes del G20 a finales de mes.
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Reinhart dijo en el evento que aún existen grandes diferencias entre los líderes del G20 sobre la necesidad de reducir la deuda de los países de bajos ingresos, y que China, un importante acreedor, aún no está dispuesta a aceptar posibles cancelaciones de deuda.