“Si las compañías quiebran, es un problema porque no hay trabajos. Hacia adelante va a ser un problema serio porque con el tema del desempleo y la recesión hay menos trabajos, menos aportaciones para pagar impuestos de nómina y menos aportaciones a la pensión. Esto definitivamente incrementa el riesgo para las jubilaciones hacia delante”, explica Mauricio Giordano, quien es director general de Natixis México IM.
El directivo añadió en entrevista que en una recesión además de la pérdida de empleos formales, que provocan una menor aportación de los patrones a las Afores, la gente recurre al ahorro destinado para su pensión. Incluso en países como Chile y Estados Unidos se permitió que los trabajadores accedieran a parte de sus ahorros.
En México, aquellas personas que se quedan sin empleo pueden acceder a una parte de su ahorro para el retiro. Hasta septiembre se habían retirado 14,376.6 millones de pesos (mdp) por concepto de desempleo y de acuerdo con el especialista, no hay una conciencia o un plan del gobierno para que la gente regrese el dinero retirado una vez que recupera su trabajo.
Actualmente, en México existe una pensión mínima garantizada a partir de los 60 años a las personas que reúnan 1,250 semanas cotizadas, el monto es de 0.8 salarios mínimos (3,287 pesos).
La Asociación Mexicana de Afores (Amafore) ha dicho que el monto promedio de una cuenta Afore es de 70,000 pesos. Si se toma en cuenta que el apoyo por desempleo puede ser de hasta el 10% de lo que se tenga en la cuenta Afore, y se resta el equivalente a más de un año de semanas cotizadas, los mexicanos tendrán una merma en el dinero que es para su vejez.
“Lo fundamental es que se pudiera crear una conciencia con una serie de apoyos del gobierno para que la gente pudiera reponer ese dinero; uno de los puntos más importantes para la jubilación es el ahorro. Porque puedes tratar de resolver el problema de corto plazo pero dejas un hoyo grandísimo hacia delante”, destaca.
Otro factor que es importante en tiempos de crisis es el tipo de apoyos que los países dan a los ciudadanos y empresas para sortear la crisis.
“Hay países que están inyectando recursos de manera muy importante a la economía y ayudar a la gente y para esto muchos toman reservas y otros han incrementado la deuda pública”, destaca el directivo
Estados Unidos espera la aprobación de un nuevo paquete de estímulos por 2.2 billones de dólares, luego de que en marzo pasado se aprobaran ayudas por 3 billones de dólares.
Pese a la presión de los economistas y líderes empresariales, México no ha tomado medidas al respecto, por lo que las personas que trabajaron en el sector formal y que fueron despedidas han recurrido a su Afore.
El gasto público en estímulos y ayudas ha sido fundamental para mantener a flote la economía, pero también representa niveles récord de deuda pública, considera el estudio de Natixis.
“La deuda representará para los responsables de las políticas decisiones difíciles sobre cómo abordar las necesidades de los jubilados”, señala.
El gobierno de México ha dicho que no incurrirá en deuda pública ni dará estímulos a las empresas; la medida ha sido criticada tanto por empresarios como por analistas. Y a partir de este año, el gasto que destinará el gobierno al pago de pensiones superará por primera vez el billón de pesos.
En cuanto a las tasas de interés, el estudio de Natixis destaca que ante un nivel históricamente bajo, los jubilados tendrán que usar su ingenio para gestionar sus necesidades de ingresos, mientras que los gestores de pensiones deberán pensar creativamente cómo gestionarán los pasivos a largo plazo.