¿Y cuál es el plan?
El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, dijo recientemente que el presupuesto total del país para la adquisición de la vacuna es cercano a los 32,000 millones de pesos (mdp), de los cuales ya se han pagado 6,000 mdp a través de dos mecanismos: un adelanto para Covax (que es una iniciativa de la ONU) e ir pagando los lotes que llegan de la farmacéutica Pfizer.
“Iniciamos con 4 tipos de convenios: el convenio con Covax que nos va a dar derechos a partir de abril de varias decenas de millones de vacunas, el convenio con Astra Zéneca que también nos garantiza vacunas a partir de marzo, Y después con dos farmacéuticas individuales adicionales, una con CanSino (China) y con Pfizer”, explicó el funcionario en su cuenta de Twitter.
Herrera añadió que existe la posibilidad de que México también adquiera dosis provenientes de Rusia, para lo cual se tendría que hacer un contrato adicional.
“Mientras nosotros podamos traer vacunas mucho más rápido vamos a lograr dos cosas muy importantes: garantizar la salud de los mexicanos y poder regresar a una normalidad económica lo más pronto posible”, señaló.
Capistrán considera una buena noticia el portafolio de vacunas que tiene México, ya que cubre casi la totalidad de su población, pero señala que será hasta finales de este año cuando haya una mayor movilidad en el país.
Para Estados Unidos, en el segundo semestre habrá una mayor normalidad económica, para México habrá un rezago de 6 meses respecto a ese país
Carlos Capistrán, economista en jefe para México y Canadá de Bank of America.
El sector privado ha dicho que está dispuesto a ayudar en la distribución de las vacunas sin que hasta el momento haya recibido respuesta por parte del gobierno federal. También exige la implementación de un plan nacional que garantice el acceso de la vacuna a toda la población.
La Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) demandó la incorporación de instituciones públicas y privadas especializadas en salud del país dentro de las principales decisiones, tal cual lo dicta el Sistema Nacional de Salud e integrar, como lo dice la Ley General de Salud, a todas las autoridades sanitarias del Consejo de Salubridad General, la secretaría de Salud y los gobiernos estatales.
Las complicaciones
Como en todo el mundo, el gobierno federal es el encargado de la logística para vacunar a la población, sin embargo la cercanía de las elecciones para elegir gobernador en 15 estados y renovar a los legisladores de la Cámara de Diputados elevaron el riesgo que las dosis sean aplicadas con fines electorales.
Este fin de semana, la responsable del Plan de Vacunación Contra el COVID, Miriam Esther Veras Godoy, renunció al cargo por “motivos personales”, según la Secretaría de Salud. Además, el presidente López Obrador dijo que Pfizer (uno de los laboratorios que produce la vacuna) reducirá sus entregas a México para poder ayudar a los países más pobres como parte de un acuerdo internacional.
En entrevista con Radio Fórmula este lunes, Arturo Herrera, dijo que la vacuna de Pfizer dejará de llegar durante dos semanas, pero que ya hay pláticas para traer la vacuna rusa Sputnik.
El gobierno federal también decidió que los brigadistas pertenecientes al grupo “Siervos de la Nación” sean vacunados a pesar de no ser personal médico que esté en la primera línea frente a la epidemia. Tampoco se ha anunciado un plan para vacunar a doctores, enfermeras y demás trabajadores que pertenecen al sector hospitalario privado.
El plan de vacunación del gobierno mexicano contempla llegar en marzo de 2022 al 70% de la población inmunizada (84 millones de personas), sin embargo, para alcanzar a la meta se deberían aplicar casi 200,000 vacunas por día, cifra muy lejana a los 5,000 en promedio que se reportan actualmente.
Con información de Luz Elena Marcos y Dainzú Patiño