"Permítanme decírselo de forma muy sencilla. No es cierto. Ni en este caso, ni antes ni después, he presionado al personal para que manipule datos", dijo Georgieva al personal del FMI, según una transcripción de la reunión facilitada a Reuters.
Sus declaraciones fueron más allá de lo que dijo en un comunicado del jueves en el que afirmaba estar en desacuerdo con las conclusiones del informe, elaborado por el bufete de abogados WilmerHale a petición del comité de ética del Banco Mundial.
El informe concluyó que Georgieva y otros altos funcionarios del Banco Mundial ejercieron una "presión indebida" para mejorar la clasificación de China en cuanto a clima empresarial.
Georgieva dijo al personal del FMI que valora mucho los datos y los análisis y que no presiona al personal para que los cambie, según la transcripción.
WilmerHale dijo que está trabajando en un segundo informe que abordará "la posible mala conducta de miembros del personal" en relación con las irregularidades de los datos.
El comité de ética de la junta ejecutiva del FMI está revisando el informe, dijo el viernes el portavoz del FMI, Gerry Rice. Georgieva informó el jueves a la Junta sobre las acusaciones del Banco Mundial.
"Como parte del procedimiento habitual en este tipo de asuntos, el comité de ética informará a la junta", añadió Rice, pero no dio un calendario de conclusiones.
El Banco Mundial, prestamista multilateral con sede en Washington, buscaba entonces el apoyo de China para una gran ampliación de capital, un esfuerzo que Georgieva, como su directora general, y el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, estaban supervisando.