¿Por qué?
Esta medida es con el objetivo de que el contribuyente y el fisco no pierdan, porque cuando intervienen los despachos contables hacen el proceso más tardado para las empresas, además de que es oneroso para la autoridad fiscal porque no hay recaudación, explicó Buenrostro en conferencia este martes.
“No es un secreto. Les hemos avisado a los grandes contribuyentes que si quieran pagar, nosotros estamos dispuestos a aplicar las deducciones que marca el código fiscal por multas y recargos. Nosotros se las hacemos aunque no traigan despacho. Por falta de información, el despacho ofrece conseguir la deducción máxima, y les cobra a los contribuyentes un porcentaje por la deducción”, dijo la funcionaria.
La historia detrás
Desde el inicio de la actual administración federal, el fisco ha concentrado esfuerzos en el cobro de impuestos por ejercicios anteriores a las grandes empresas a través de auditorias, e invitaciones para ponerse al corriente de manera voluntaria.
Los primeros años del actual sexenio, 2018-2021 hubo actos de fiscalización y auditorías. En 2019 se registró un pico en la recaudación por estos actos, por 216,001 millones de pesos (mdp), pero en 2021, se registró un descenso al reportar 208,901 mdp.
No obstante, la recaudación, primaria, es decir, sin necesidad de auditoria aumentó de 1.6 billones de pesos (bdp), a 1.7 bdp de 2020 a 2021.
“¿Qué es lo que ha pasado?, las empresas ya no esperan a que les caiga una auditoria, se están acercando con el SAT a revisar con anticipación para corregirse o autocorregirse, si se autocorrigen ahorran en multas y recargos, a ellos les conviene y la autocorrección se está llevando a cabo en acompañamiento de la Administración General de Grandes Contribuyentes, por eso la recaudación primaria sigue subiendo, porque se están auto-corrigiendo”, dijo la jefa del SAT, Buenrostro.