Tanto Georgieva como el presidente del BM, David Malpass, urgieron al mundo a actuar de manera urgente porque los precios de los alimentos ya se han disparado.
El llamamiento del FMI y el BM se produjo en una mesa redonda en la asamblea de primavera que celebran los dos organismos esta semana y en la que también participaron representantes del G7, del G20, del Gobierno estadounidense y del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).
El índice del BM que mide los precios globales de los alimentos registró en marzo un aumento récord del 37 % con respecto al mismo mes del año anterior, mientras que los costos de los pesticidas crecieron un 20% en marzo con respecto a enero, unos incrementos que Malpass atribuyó a la guerra en Ucrania.
"La invasión de Rusia en Ucrania ha provocado enormes amenazas para la seguridad alimentaria y nutricional del mundo en el corto plazo", aseveró el responsable del BM.
Además, según sus estimaciones, cada aumento del 1% en los precios de los alimentos hará que 10 millones de personas caigan en la pobreza extrema.
Ante esa situación, Malpass y Georgieva consideraron que es necesario elaborar un plan que ofrezca alimentos y ayuda financiera a los países más vulnerables.
Una de las maneras de hacerlo sería a través de subvenciones para proporcionar alimentos y ayuda a los más pobres, así como asistencia para los pequeños agricultores que se enfrentan a dificultades para sacar adelante sus cosechas por los altos precios de los pesticidas.
Los ministros de finanzas de Alemania Christian Lindner, y de Indonesia, Sri Mulyani Indrawati, en representación del G7 y el G20 respectivamente, consideraron necesario mantener las fronteras abiertas para el comercio y no imponer restricciones a la exportación de ciertos alimentos o de pesticidas, algo que han hecho varias naciones desde que comenzó la guerra en Ucrania.
La secretaria estadounidense del Tesoro, Janet Yellen, propuso la intervención del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, una agencia de Naciones Unidas que tiene las herramientas para combatir la hambruna en las zonas rurales.
"Quiero ser clara: las acciones de Rusia son responsables de esto", dijo Yellen, añadiendo que Estados Unidos está trabajando con socios y aliados para "ayudar a mitigar los efectos de la imprudente guerra de Rusia sobre los más vulnerables del mundo".
El presidente del FIDA, Gilbert F. Houngbo, exprimer ministro de Togo, consideró necesario pensar no solo en niveles macroeconómicos, sino también microeconómicos con soluciones que permitan mejorar la vida diaria de los más pobres.
Al respecto, recordó que el 80 % de los hombres y mujeres que viven en extrema pobreza en el mundo están en áreas rurales.
Con información de EFE y Reuters