"No hay medida que aguante presiones galopantes del exterior. Entonces es una buena medida para anclar expectativas (de inflación). El precio a las gasolinas ha funcionado a costa de erosionar un poco el presupuesto, pero si las presiones siguen desde afuera, los empresarios van a tener que romper filas y empezar a subir precios", consideró Luis Gonzali, vicepresidente y director de Inversiones en Franklin Templeton México.
El plan que presentó este miércoles el gobierno federal contempla trabajar en 4 medidas: la producción, la distribución, comercio exterior y otras medidas para mantener el precio de alimentos.
Inflación que viene del exterior
La inflación que enfrentan las economías del mundo, México incluido, es causa principalmente por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, dos países que abastecen a otras naciones de granos como el trigo y fertilizantes.
Ante este conflicto, los países han tenido que ir buscando alternativas de abastecimiento de alimentos, comentó Janneth Quiroz, subdirectora de Análisis Económico en Monex. "Ante el choque en la oferta por la parálisis de la producción y por estas sanciones que se han implementado a Rusia provoca que no haya un comercio internacional habitual", dijo.
El plan de aumentar la producción de alimentos en el país, aunque es bueno, tardará más de seis meses en surtir efecto, que es el primer plazo que se ha puesto el gobierno como meta. Y es que el proceso de cultivar, cosechar y distribuir no es sencillo. Para los economistas consultados, este paquete contra la inflación será de mediano plazo y los beneficios podrían reflejarse hasta dentro de seis meses.
"Se habla de un acuerdo que va a durar seis meses en un inicio y es relativamente corto frente al tiempo que toma preparar un área para sembrar, cosechar, todos estos son procesos que toman más de seis meses. Incluso si las medidas funcionaran perfectamente, no van a tener un efecto sobre los precios en el corto plazo, las medidas que aumenten la producción no van a tener efecto hasta dentro de tres o seis meses", explicó Felipe Hernández, economista para Latinoamérica de Bloomberg Economics.
Aunque el gobierno también ha prometido entregar fertilizantes para mejorar las cosechas en nueve estados, los efectos positivos se verán hasta varios meses después.
Los efectos que sí pueden verse en el corto plazo son los estímulos al IEPS por combustibles, que ya se aplican desde hace varios meses. Con el fin de que la inflación no golpee el bolsillo de los mexicanos, el gobierno ha dado estímulos a las gasolinas y el diésel con lo que deja de recibir dinero por IEPS.
"Del lado de la gasolina sí está ayudando, nos está quitando presupuesto, es decir sí estamos dejando de recaudar IEPS y la posición fiscal del gobierno se está deteriorando pero sí está ayudando a control la inflación", señaló Gonzali.
Si el plan del gobierno federal no funciona ya sea porque el conflicto entre Rusia y Ucrania se agrava o porque la pandemia de COVID-19 toma un nuevo rumbo de más contagios, especialmente en China, los precios seguirán aumentando y el Banco de México deberá continuar con su ciclo de alzas en la tasa, un tema que el presidente ha dicho que no quiere porque frena el crecimiento económico.