“Podemos movernos a la par con la Fed por un tiempo, como lo hemos hecho en las últimas dos decisiones, por ejemplo, pero eso no es necesariamente lo que sucederá en el futuro por una razón: comenzamos antes que la Fed”, dijo Esquivel a Bloomberg News en una entrevista y señaló que México está más cerca que Estados Unidos de su tasa neutral, el nivel que no acelera ni desacelera la economía.
“La Fed se enfrenta a un mercado laboral muy ajustado, pero esa no es la situación en México”, agregó. “En Estados Unidos, se enfrentan a un exceso de demanda en ciertos mercados; ese no es el caso en México”.
Cuando uno de los cinco miembros de la junta de Banxico votó a favor de un aumento de 75 puntos básicos la semana pasada, el banco señaló que podría evaluar “medidas más contundentes” si es necesario para alcanzar su objetivo de inflación del 3%, más o menos un punto porcentual. La inflación llegó al 7.68% en abril, su nivel más alto desde enero de 2001.
La directriz a futuro fue un esfuerzo por anclar las expectativas de inflación indicando que, si los precios no se mueven como se espera, “estaremos abiertos y dispuestos a movernos un poco más rápido”, sostuvo Esquivel. “Eso no significa necesariamente que vaya a suceder, eso solo significa que está en discusión”.
Esquivel, de 56 años, ha sido consistentemente el miembro más dovish de la junta, discrepando de la mayoría durante todas las decisiones del ciclo actual, excepto las dos últimas. Si la junta votara por un aumento de 75 puntos básicos, sería el mayor desde que el banco adoptó una tasa de interés a un día para apuntar a la inflación en 2008.
El exprofesor de economía dijo que apoya el esfuerzo del presidente Andrés Manuel López Obrador para hacer frente a la inflación a través de un pacto de precios con las principales empresas sobre los bienes más populares en la canasta mexicana, que son principalmente alimentos que constituyen la mayor parte del gasto de los mexicanos más pobres.
La desaceleración de las alzas de precios de los alimentos “podría ayudar a mitigar no solo las complicaciones de estas presiones inflacionarias, sino también a mitigar las demandas salariales futuras, los aumentos salariales”, que tienen un impacto significativo en la inflación, indicó Esquivel. Estaría “más que feliz” si el plan redujera 100 puntos básicos de la inflación, agregó.