Del negocio familiar al freelance
Benyi Sotelo estudió Comunicación y Periodismo en la FES Aragón y apenas terminó la carrera comenzó a ganar experiencia en producciones audiovisuales. Pero su historia laboral se remonta a los tiempos en que estudiaba la preparatoria, en el negocio familiar, el Foto Studio Tauro, ubicado en la colonia Tacubaya, de la Ciudad de México.
Ahí aprendió a trabajar y generar ingresos para pagarse los estudios. Y lo sigue haciendo hasta la fecha, pues es un trabajo regular y constante. Pero, a la par, ofrece sus servicios de manera independiente, como freelance, para rodar y sacar fotografías en campo, para diversos proyectos.
"He podido hacerme de clientes externos a la empresa, que de repente me ofrecen trabajo, pero si éste desapareciera, o el negocio familiar, mi situación económica se vería un poco comprometida, aunque hay posibilidades de que pueda salir adelante con solo uno de ellos, el mundo del freelance da muchas vueltas, para bien y para mal", dice Benyi sobre el hipotético caso de quedarse sin alguno de sus trabajos.
Benyi cree que su nivel de ingresos está muy ad hoc con lo que significa ser freelance en este país, pero reconoce que como trabajador independiente puede sacar en dos semanas enteras de trabajo el doble o el triple de lo que ganaría uno de sus colegas con un salario fijo de oficina.
"Los honorarios son muy bajos aun así, muchos otros colegas malbaratan el trabajo, regalan casi casi sus servicios con tal de que los contraten, y con base en esto, muchas empresas que requieren de nuestros servicios se rigen bajo estos presupuestos bajos, y cuando uno plantea sus precios, prefieren irse por quien les cobra barato", estima Benyi, quien solo estaría decidido a dejar alguno de sus trabajos cuando le llegue una oportunidad "gigantesca", en el que reconocieran su tiempo, esfuerzo y dedicación 100%.
Otra ventaja de ser freelance es el tiempo libre, pues le da la oportunidad de ausentarse a veces del trabajo y estar en las reuniones familiares, convivir con amigos y hasta jugar videojuegos uno que otro lunes por la mañana.