Hace un año, el kilo de tortilla valía 18 pesos en la ciudad de México y su área metropolitana. A inicios de febrero de este año, el kilo ya valía 20 pesos y subió a 22.76 pesos en promedio a finales de este mes, un incremento de más de 12% en un solo mes y 26% en comparación con el precio de 2022, de acuerdo con datos del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados.
Este aumento de precio en la CDMX se debe a una actualización y ajuste al incremento de los costos en los últimos meses, indicó Homero López, presidente del Consejo Nacional de la Tortilla.
La peor noticia es que se proyecta un incremento en las cotizaciones de las harinas como Maseca y otras marcas. Este insumo es utilizado al menos por 48% de los productores de tortilla en el país, principalmente en los estados del interior de la república, ya que en el área metropolitana de la Ciudad de México se sigue utilizando el maíz nixtamalizado.
El efecto del encarecimiento de la harina –producto del persistente conflicto bélico entre Rusia y Ucrania- será un aumento de al menos 1 peso extra en el kilo de tortilla. En el resto de los estados, el kilo de la tortilla puede ir de los 24 a los 30 pesos, señaló Homero López.
No es pretexto para subir el precio de los tacos
Homero López advirtió que el aumento del precio de la tortilla en la CDMX no debe ser pretexto para que las taquerías suban en la misma proporción el precio de los tacos.
Explicó que un kilo de tortilla convencional, de 15 centímetros de diámetro, contiene entre 48 y 50 piezas. Pero que un kilo de tortilla para tacos puede contener hasta 80 piezas, por lo cual el impacto del aumento por cada pieza es marginal y no debe dar lugar a un aumento de dos o tres pesos por taco.
Al menos no por el factor de la tortilla, pues los aumentos a la carne, verduras, entre otros insumos es otra historia.