Luego de que en 2020 las utilidades de los bancos cayeron, por la creación de reservas preventivas, tras la incertidumbre generada por el covid-19, en 2022 lograron incrementar sus ganancias, algunos, incluso, consiguiendo cifras récord.
"Debido a la interacción del sector bancario con el resto de las actividades económicas a través de los productos de crédito y ahorro, el comportamiento del financiamiento interno de la banca comercial se encuentra relacionado con el Producto Interno Bruto (PIB)", destacó la agencia HR Ratings en un reporte.
La cartera de crédito asemeja el comportamiento del PIB con un retraso de hasta nueve meses, de acuerdo con estimaciones de la agencia.
En cuanto al crédito que otorgan los bancos, BBVA y Banorte son los que lideran el sector, como se muestra en la gráfica a continuación.
El crédito al consumo (que son las tarjetas de crédito, los personales y automotrices) ha mostrado un crecimiento, mientras que los hipotecarios registran una desaceleración ante el incremento de las tasas de referencia.
"Un escenario económico con alta inflación podría dificultar el crecimiento del financiamiento bancario, ya que este llevaría a incrementos en las tasas de interés y una menor demanda de crédito, así como un apetito de riesgo conservador ante el entorno económico", destacó HR Ratings.
Al cierre de 2022, la cartera total de la banca estaba conformado en 61% por cartera empresarial, seguido en 19.5% por cartera de vivienda y 19.5% por cartera de consumo.
Se espera que en este 2023 la elevada inflación y las altas tasas de interés moderen la colocación de crédito.
En 2020, el índice de morosidad aumentó ante la crisis económica, pero los programas de diferimiento de pagos que dio la banca de tres a seis meses, permitieron mantener cierta estabilidad.