El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dijo la mañana de este miércoles que el gobierno mexicano podría participar en la oferta, aunque Citigropup no ha dado detalles de la operación.
El Jefe de Estado había agregado anteriormente que existen cuatro requisitos y recomendaciones para que el Gobierno federal dé visto bueno a la operación: 1. Que el capital del comprador sea mexicano en su mayoría. 2. Que el comprador esté al corriente del pago de impuestos. 3. Que el patrimonio cultural de Banamex se quede en México. 4. Que se pague impuestos por la operación, que en este caso le corresponderá a Citigruop por ser el vendedor.
¿Qué incluía la venta original de Banamex?
La transacción incluye el negocio minorista del banco, es decir, las sucursales, las oficinas, el negocio de crédito al consumo como tarjetas de crédito, créditos de nómina o personales, créditos hipotecarios, de auto y pymes.
También se vende el negocio de seguros y la Afore, que hasta el cierre del 2022 tenía 9.9 millones de clientes y que administra recursos por 815,699 millones de pesos.
Banamex cuenta con un amplio acervo cultural en el que destacan obras de Diego Rivera y recintos como el Palacio de Iturbide, en el centro histórico de la Ciudad de México; la Casa Montejo, en Mérida; la Casa del Mayorazgo de la Canal, en Guanajuato; y el Palacio del Conde del Valle de Súchil, en Durango.
También cuenta con un amplio acervo histórico de más de 2,000 piezas en las que destacan monedas y billetes antiguos así como otros objetos del banco que data desde 1884 hasta la actualidad.
¿Quiénes tuvieron intención de comprarlo?
Desde que en enero del 2022 se dio a conocer que Banamex se ponía a la venta, algunos de los grupos financieros más grandes estuvieron dispuestos a pujar por él.
El primero en dejar las negociaciones fue Ricardo Salinas Pliego, dueño de Banco Azteca, quien dijo que Banamex requería de "demasiado tiempo e inversión".
Uno de los primeros en desistir fue Ricardo Salinas Pliego, quien en su cuenta de Twitter dijo que su retirada se debía al tiempo e inversión que requería el banco.
Para el proceso de venta oficial, los interesados podían entrar a un "cuarto de datos" firmando un estricto acuerdo de confidencialidad. Dicho cuarto no era abierto a cualquiera: Citigroup lo abría solo a potenciales compradores o que cumplieran con ciertos requisitos.
El segundo en bajarse de la contienda fue Santander. El banco de origen español y propiedad de Ana Botín, externó que presentó una oferta no vinculante y que fue Citigroup quien le anunció que no seguiría en las siguientes etapas del proceso.
Banorte fue el tercero en anunciar que dejaba el proceso este viernes aunque no dio las razones de su retiro debido a los acuerdos de confidencialidad, dijo Marcos Ramírez, director general de Banorte en una reunión con inversionistas.
Unas semanas más tarde Inbursa, de Carlos Slim, también informó que no compraría a Banamex.
Banca Mifel y Larrea quedaron como finalistas en la contienda, pero ninguno pudo quedarse con los activos.