En una conferencia en el Vaticano sobre la emergencia de la deuda en el Sur global, el Papa indicó que el problema está causando "miseria y angustia" a millones de personas en todo el mundo.
"Para intentar romper el ciclo de financiación de la deuda es necesario crear un mecanismo multinacional (...) que tenga en cuenta la naturaleza global del problema y sus implicaciones económicas, financieras y sociales", afirmó.
En 2020, las 20 mayores economías del mundo acordaron un "marco común" para facilitar el proceso de reestructuración de la deuda y ayudar a los países pobres a recuperarse, pero los avances han sido lentos. En la actualidad no existe un derecho internacional general que regule las quiebras nacionales.
"La ausencia de tal mecanismo favorece la mentalidad del 'sálvese quien pueda', en la que siempre pierden los más débiles", afirmó el Papa, originario de Argentina, país que ha incumplido el pago de su deuda tres veces en lo que va de siglo.
"Ningún gobierno puede exigir moralmente que su pueblo sufra privaciones incompatibles con la dignidad humana", añadió.
La Iglesia Católica celebrará un Año Santo, o Jubileo, en 2025 -uno de los momentos más importantes del calendario eclesiástico- y el pontífice ya ha pedido a los países ricos que celebren el acontecimiento ofreciendo el alivio de la deuda a las naciones pobres.