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Consolidación del mercado de autos chinos aún tardará en México

Hay dos ejemplos en América Latina de la llegada de estas empresas chinas y el tiempo que tomó su consolidación: Brasil y Colombia, ¿a cuál se acerca México?
vie 08 noviembre 2024 12:00 PM
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Algunas marcas chinas que han anunciado su intención de instalar plantas en México son Chirey, GWM, BYD y MG, pero hasta el momento no existe algo en concreto.

Los autos chinos están ganando cada vez más participación en las ventas en México, pero las marcas también quieren que el país sea un destino para su fabricación, no obstante, consolidar todo el ecosistema tomará varios años.

En México, la participación de mercado de autos manufacturados en China es de alrededor de 20%, de acuerdo con datos del Inegi.

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Para Stephan Keese, socio director de Roland Berger en Estados Unidos, hace mucho sentido que los chinos se localicen en el mercado mexicano, pues es el más grande de la región, con tres objetivos: el primero, conseguir una mayor cuota de mercado en el país, algo que ya están logrando; segundo, llegar más fácil y servir mejor a otros países de la región como Costa Rica, Perú y Chile, pues pueden establecer una cadena de suministro local y una red de posventa, que sigue siendo una de las mayores debilidades.

Y, en última instancia, a largo plazo, están mirando al mercado estadounidense y, con el tiempo, encontrarán su camino hacia este. Pero los chinos tienen una visión a largo plazo. Este es un plan de 10 o 15 años para ellos.

“Veremos un aumento continuo de la fabricación en México de marcas chinas. Veremos cada vez más empresas estableciéndose aquí. Esto no significa que será un éxito automático para ellas. Creo que también estamos un poco en el típico ciclo de la moda. Todos los consumidores se sienten atraídos actualmente por los vehículos nuevos de bajo costo que están relativamente bien equipados en comparación con algunos de los homólogos estadounidenses o europeos.

Así que son atractivos para los consumidores. Pero creo que la gente también entenderá que existen desventajas en la posventa y la calidad del servicio. Creo que esto será una curva de aprendizaje natural como lo ha sido en otras partes del mundo”, señala Keese en una entrevista con Expansión.

Hay dos ejemplos en América Latina de la llegada de estas empresas chinas y el tiempo que tomó su consolidación: Brasil y Colombia, ¿a cuál se acerca México?

Keese dice que los primeros chinos entraron en Brasil en 2010, aproximadamente, y todavía no están del todo ahí. Ahora están en la segunda ola de inversión. Eso tiene mucho que ver con la economía brasileña, que es muy cerrada.

Colombia, que es mucho más abierta, calcula que probablemente le llevó entre cinco y ocho años.

“(En México) Creo que esto se parece mucho más a Colombia porque es una economía abierta. Tiene una cadena de suministro establecida. Hay una aceptación relativamente alta de las marcas chinas aquí”.

Pero hay un gran factor desconocido: ¿Cómo reaccionará el gobierno de los Estados Unidos y se pondrá en marcha la presión regulatoria y política para frenar la entrada de capital chino?

El gobierno de Joe Biden está mostrando un endurecimiento contra China, principalmente en el sector automotriz, por ejemplo, en mayo anunció un impuesto de 100% sobre los vehículos eléctricos y recientemente propuso la prohibición de software y hardware del país asiático en autos, mientras que el presidente electo Donald Trump fue quien les declaró la guerra comercial.

Pero China tiene una buena razón para querer llegar a más mercados, incluido México, y hasta su imposible Estados Unidos… es el mayor mercado automovilístico del mundo. Tiene una producción anual de aproximadamente 27 millones de unidades y una capacidad instalada anual de aproximadamente 38 millones. Por lo tanto, hay 11 millones de unidades por encima.

Eso ha llevado a una situación en la que ninguno de los fabricantes de automóviles chinos gane dinero, pues se traduce en precios reducidos y en una reducción de los beneficios.

“Para gestionar parte de su exceso de capacidad y para mejorar su rentabilidad, los chinos están presionando fuertemente en los mercados globales, en el sudeste asiático, Medio Oriente, Europa, América del Sur y Central y, por último, pero no por ello menos importante, también en México”, comenta Keese.

Algunas marcas chinas que han anunciado su intención de instalar plantas en México son Chirey, GWM, BYD y MG, pero hasta el momento no existe algo en concreto.

Para las empresas chinas sigue siendo complicado México. Una encuesta realizada por Deloitte apunta que aún perciben al país como retador, ya que el 75% de los encuestados considera que es difícil o muy difícil hacer negocios.

Los temas más relevantes son los relacionados con los proveedores locales y la mano de obra.

En el primer caso, el 78.6% de los encuestados considera que los proveedores locales representan un problema o desventaja para su operación local, mientras que 65.7% tiene una perspectiva similar respecto a los temas laborales, como barreras del idioma, habilidades, retención y productividad.

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