“Cuando reduces el gasto de esta manera, sobretodo en inversión física, tienes sectores de la economía que están deprimidos, como en esta ocasión la construcción. Imagina cuántos trabajadores utilizaron para el Tren Maya o el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles; al no tener obras similares que reemplacen las que se están concluyendo, entonces va a haber muchos trabajadores de la construcción desempleados. Así como hubo un boom en la construcción, ahorita están pasando por una temporada complicada, porque no hay obra que sustituya esas que ya se están terminando”, comentó Manuel Herrera, vicepresidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
Refirió que no es la primera vez que el gobierno aplica este tipo de ajustes, pues en 2015, cuando cayeron los precios del petróleo, se recortaron gastos para estabilizar las finanzas públicas. “Es una práctica común, y hay sectores que sufren las consecuencias de ello, por ejemplo, construcción y energía”, agregó Herrera.
Cifras de Hacienda apuntan a que el gasto en inversión física será menor al dinero que se pagará por el costo financiero de la deuda, que ascenderá a 1.4 billones de pesos en 2025, o que el propio techo de la deuda, propuesto en 1.5 billones.
El presidente del IMEF, Domingo Figueroa, explicó que se debe invertir en infraestructura para ser competitivos y traer inversión privada, sobre todo para aprovechar el regreso de inversiones que se fueron a Asia, y que están de vuelta para estar más cerca de la aún economía más fuerte del mundo: Estados Unidos.
“Uno de los grandes problemas para materializar el nearshoring es precisamente los rezagos en generación de energía sobre todo limpia, carreteras, gasoductos, puertos, los retos de infraestructura son muy importantes para poder competir a nivel internacional. También sería un golpe muy importante en atracción de nuevas inversiones por falta de infraestructura en nuestro país”, apuntó Figueroa.
Herrera agregó que la inversión del sector privado puede contrarrestar la falta de inversión pública a través de concesiones.