"Nadie sabe qué va a pasar" de modo que es "difícil elaborar un plan concreto", dice Carrie McEachran, directora de la cámara de comercio de Sarnia Lambton, en la frontera entre Canadá y Estados Unidos.
El presidente estadounidense suele cultivar la incertidumbre y desestabilizar con cambios de último minuto.
"Vamos a ser muy amables" , aseguró el lunes, después de haberse pasado semanas acusando a países extranjeros de "estafar" a Estados Unidos.
Los mercados bursátiles asiáticos y europeos, que registraron fuertes caídas el lunes, rebotaron ligeramente el martes.
"No queremos necesariamente tomar medidas de represalia" pero "tenemos un plan sólido para hacerlo si es necesario", advirtió la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
En Taiwán, el ministro de Asuntos Económicos Kuo Jyh-huei dijo que "nuestras contramedidas han sido evaluadas y analizadas: por ejemplo, cómo reaccionaríamos a un arancel del 10%" o "del 25%".
¿Habrá excepciones?
Algunos confían en obtener exenciones, como Vietnam, que ofreció reducir sus aranceles aduaneros sobre una serie de productos.
Japón ha anunciado la creación de 1,000 "ventanillas de consulta" para ayudar a las empresas al tiempo que intenta conseguir un trato indulgente.
El Reino Unido busca asimismo "un acuerdo económico", declaró el martes el primer ministro británico, Keir Starmer.
Según algunos medios estadounidenses, Donald Trump prevé hacer un gran anuncio el miércoles desde la Casa Blanca, rodeado de miembros de su gabinete.
Los otros países "se han aprovechado de nosotros y vamos a ser muy amables, en comparación con lo que ellos nos han hecho", repitió el lunes.
Esto parece atenuar la amenaza de aranceles estrictamente "recíprocos", que harían que Estados Unidos igualara dólar por dólar los gravámenes impuestos a los bienes estadounidenses en el extranjero.
Varita mágica
Pero el republicano no puede permitirse dar marcha atrás después de haber vendido las tarifas aduaneras como una especie de varita mágica capaz de reindustrializar Estados Unidos, reequilibrar la balanza comercial y eliminar el déficit presupuestario.
"Espero que esto sea como muchas de las decisiones de Trump en el pasado, es decir, que inicialmente tenga un gran impacto, luego la gente reacciona, algunos aspectos resultan problemáticos y él hace ajustes", declaró Ian Fletcher, economista y miembro de la Coalición para una América Próspera, un grupo de expertos a favor del proteccionismo.
Según un sondeo realizado en marzo en siete países europeos, la mayoría de los encuestados apoya la idea de tomar represalias con aranceles a los productos estadounidenses.
Los ataques de Washington al libre comercio empujan a países a realizar acercamientos estratégicos.