¿Cómo es la política pública para emprendedores en otros países?

CIUDAD DE MÉXICO (Expansión).- Para los emprendedores chilenos, el año comenzó con buenas noticias: el 3 de enero, el presidente Sebastián Piñera promulgó la Ley de Pago a 30 días , que obliga a liquidar las facturas a proveedores del sector público y privado en ese plazo. Cada día de retraso generará intereses. No es la única medida que el gobierno ha implementado en los últimos cinco años a favor del ecosistema, que ha alumbrado a start-ups como Cornershop, una app de entregas de pedidos de supermercado a domicilio por la que Walmart pagó 225 millones de dólares, en septiembre de 2018.

Chile no es el único país donde el gobierno ha puesto las bases para impulsar la industria. En Estados Unidos, Corea del Sur o Israel se han desarrollado leyes que facilitan los negocios, se crean políticas educativas y se invierte en investigación y desarrollo. También, otorgan subsidios a mipymes y a emprendedores y se alían con el sector privado para crear fondos de inversión, incubadoras y aceleradoras.

“El gobierno es una parte fundamental para que el ecosistema funcione”, señala Jorge Guzmán, profesor de la Columbia Business School e investigador de temas de emprendimiento. Su intervención resuelve tres problemas: invierte en innovación básica, es comprador y consumidor de tecnología y crea o apoya el desarrollo de infraestructura necesaria. Un ejemplo es Israel, que comenzó a desarrollar el ecosistema por necesidad. “Se creó en un lugar desértico y rodeado de países no muy amigables. Eso impulsó la agricultura y la defensa”, expone Uriel Raviv, agregado comercial de la Embajada israelí en México.

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Hoy, este modelo es un gancho para atraer inversiones. En enero, el fabricante de microprocesadores Intel anunció una inversión de 10,000 millones de dólares para una nueva planta en Israel, donde emplea a 10,000 personas, de las que 60% se dedicada a investigación y desarrollo. Se trata de un camino de ida y vuelta, pues la iniciativa privada busca cada vez más colaborar con las start-ups.

“El ecosistema fomenta el emprendimiento dentro de las empresas. Las start-ups se conectan con los intraemprendedores al querer cambiar los negocios, la economía o el mundo, apoyados en toda la potencia que tienen las compañías para lograrlo”, explica José Catalán, director de Masisa Lab, la aceleradora y venture capital de la empresa chilena Masisa.

Los apoyos

El gobierno organiza, marca el ritmo y, a veces, decide qué ámbito hay que impulsar. En Colombia, que en 2002 creó el Fondo Emprender, no sólo ha fortalecido la red de incubadoras, aceleradoras y venture capital, también destina cerca de 50 millones de dólares al año a fomentar diferentes industrias. En 2019 será la ‘economía naranja’ (ideas creativas y cultura). Esto no está exento de riesgo. “Puede provocar que los fondos de inversión y las aceleradoras se enfoquen en este sector y pierdan interés en otros, como el tecnológico”, dice Sergio Zuluaga, director ejecutivo de la Asociación de Emprendedores de ese país (ASEC).

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Este ecosistema, el 47 del mundo, según el Global Entrepreneurship Index (México es el 75), ya cuenta con un ‘unicornio’: Rappi, la aplicación de entregas que el pasado septiembre alcanzó un valor de 1,000 millones de dólares En 2017, la inversión de venture capital llegó a 95 millones de dólares, casi el doble de lo que invierte el gobierno cada año, agrega Zuluaga.

Lejos de esas cifras están los 130,000 millones de dólares que la industria del capital de riesgo invirtió en Estados Unidos en 2018. El gobierno del país contó hasta 2017 con el Programa Global de Emprendimiento, un enlace con el sector privado para impulsar el espíritu empresarial y la innovación. Hoy existen un centenar de programas de subsidios federales y estatales.

En Chile, donde los emprendedores presionaron a los legisladores con e-mails para que aprobaran la Ley de Constitución de Empresas en un Día, en 2013, existe la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), agencia gubernamental que otorga subsidios a través de convocatorias.

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“Ha impulsado el venture capital y contribuido con financiamiento a la investigación y desarrollo”, dice Juan Pablo Swett, presidente de la Asociación de Emprendedores de Latinoamérica (Asela). Como parte de la asociación, los emprendedores mexicanos empujaron la ley para crear empresas en un día, aprobada en 2016. Pero hoy asisten al principio del fin del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem), creado en 2013.

En España también parece haber un divorcio entre start-ups y gobierno. “Los emprendedores son vistos con cierto desdén por el Estado”, dice Agustín Baeza, director de Asuntos Públicos de la Asociación Española de Start-ups. “Nunca ha tenido una estrategia para hacer fuerte al ecosistema. Y en éste se ha fraguado cierto recelo a la intervención del Estado”, agrega. El país ibérico cuenta con una ley de apoyo a emprendedores desde 2013, “muy floja”, en opinión de María Benjumea, presidenta y fundadora del Spain Startup South Summit.

En enero pasado, el gobierno anunció una inversión de más de 130 millones de euros para convertir al país en una ‘nación start-up’, que incluirá un marco legal, medidas fiscales para investigación y desarrollo o el fortalecimiento de la red de incubadoras y aceleradoras. “Cuanto antes entre, mejor. Entrar implica facilitar la normativa para impulsar el crecimiento de las start-ups”, comenta Benjumea.

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Sin embargo, no todos creen en el papel salvador del sistema y temen que el gobierno acabe creando un esquema subsidiado. “Corfo ha hecho un gran trabajo, pero hay todo un sistema dependiente de esos apoyos estatales. Si el día de mañana lo cierran, desaparece la mitad de las start-ups, ventures capital y aceleradoras que hay en el ecosistema”, advierte Catalán.

Entre lo público y lo privado
Estado del ecosistema emprendedor nacional frente a otros países

México:
Agencia: Inadem-Secretaría de Economía (hasta diciembre)
Tamaño: 118 fondos de VC; 1,646 start-ups, 327 incubadoras, aceleradoras y talleres especializados
Inversión en 2018
-Pública: 174 MDD
-Venture capital: 150 MDD (enero- septiembre de 2018)
Salidas 2018: 13 (a septiembre de 2018)
Startups Insignia: Bitso, Clip

Estados Unidos
Agencia: SBA
Tamaño: 256 fondos de VC; +10,000 start-ups, 478 incubadoras y aceleradoras
Inversión en 2018
-Pública: 402 MDD (año fiscal 2017/2018)
-Venture capital: 130,900 MDD
Salidas 2018: 864, con 85 IPO
Startups Insignia: Medium, Airbnb, Uber

Chile
Agencia: Corfo
Tamaño: 32 fondos de VC; 879 start-ups, 18 incubadoras y aceleradoras
Inversión en 2018
-Pública: 44 MDD
-Venture capital: 490 MDD (En 2017, con apoyo de Corfo)
Salidas 2018: 1
Startups Insignia: Cornershop, Alto, Trabajando.com

Colombia
Agencia: iNNpulsa Colombia/Fondo Emprende
Tamaño: 13 fondos de VC; 638 start-ups, 30 incubadoras y aceleradoras
Inversión en 2018
-Pública: 50 MDD
-Venture capital: No disponible
Salidas 2018: 0
Startups Insignia: Rappi

España
Agencia: No existe
Tamaño: 160 fondos de VC; 9433 start-ups, 249 incubadoras y aceleradoras
Inversión en 2018
-Venture capital: 1,379 MDD
Salidas 2018: 33
Startups Insignia: Letgo, Cabify, Glovo

Israel
Agencia: Autoridad de Innovación de Israel
Tamaño: 432 fondos de VC; 6,174 start-ups, 37 incubadoras y aceleradoras
Inversión en 2018
-Pública: 400 MDD
-Venture capital: 5,900 MDD
Salidas 2018: 11 (4 M&A y 7 IP0)
Startups Insignia: Wize, Houzz, IronSource

Corea del Sur
Agencia: Ministerio de Pymes y Start-ups (MSS)
Tamaño: 129 fondos de VC; 2,579 start-ups, -100 incubadoras, aceleradoras y centros de innovación
Inversión en 2018
-Pública: 630 MDD
-Venture capital: 2,200 MDD
Salidas 2018: 0
Startups Insignia: Coupang, Kakao, Yello Mobile

NOTA DEL EDITOR: Este artículo se publicó en la edición 1250 de la revista Expansión (1 de marzo de 2019).