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El 'Pueblo Bonito' que ya crece más allá de Sinaloa

Alberto Coppel, director de la empresa turística Pueblo Bonito, transforma este negocio que comenzó como tiempo compartido y acelera las aperturas de hoteles en nuevos destinos.
vie 24 agosto 2018 06:01 AM
Alberto Coppel.
El empresario es el director de Pueblo Bonito.

Cuando Ernesto y Leticia Coppel salían de viaje, a toda ciudad a la que viajaban le llamaban cariñosamente “pueblo”. Y para la pareja, todos eran “bonitos”. Por eso llamaron así a la marca que crearon en Mazatlán, Sinaloa, en 1987, y que hoy suma nueve resorts hoteleros y de tiempo compartido en esa ciudad y en Los Cabos. La empresa planea ahora un ambicioso crecimiento, que incluye la diversificación geográfica y desarrollar otra división de operación hotelera, destaca Alberto Coppel, primo de Ernesto y director general de Pueblo Bonito. Con ello, quiere superar los 550 millones de dólares (MDD) en ingresos anuales y salir a Bolsa en el futuro.

¿Cómo nació la empresa?

Nosotros empezamos como un negocio de tiempo compartido, o lo que hoy se conoce como propiedad vacacional. Fuimos de las primeras empresas que incursionó en este segmento, con la distinción de que, desde el inicio, Pueblo Bonito marcó la pauta por ofrecer servicios de calidad. Esto hizo que el negocio de tiempo compartido fuera tan exitoso, y que hoy contemos con una base de dueños de más de 100,000 propietarios. Es un número increíble.

¿Qué diferencia a Pueblo Bonito de otras firmas hoteleras en Los Cabos?

Nos distinguen mucho nuestros colaboradores. Le invertimos muchísimo dinero al desarrollo humano, no solo en capacitación directa, sino también en educación. Trabajamos en temas espirituales, físicos, emocionales y sociales.

¿Por qué es tan importante el factor humano en un grupo hotelero?

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Esa frase de que, cuando entras al trabajo, dejes tus problemas fuera, para mí no aplica. Si tienes un trabajador con autoestima, con capacidad de mejorar sus relaciones, con buena salud física y emocional, eso se transmite a la hora de interactuar con los clientes. Nuestra meta es ofrecer al cliente una experiencia, que salga de su rutina, del estrés, y que cuando llegue aquí, se encuentre algo que convierta sus sueños en realidad gracias a las instalaciones y a la gente. Nuestra filosofía es: primero el colaborador, luego el cliente y luego la empresa. Esto nos ha permitido tener el menor nivel de rotación en todo Los Cabos. Si tienes un producto de calidad, gente de calidad, y les ofreces a los clientes un servicio hotelero de gran calidad, pues tienes un ‘hitazo’.

Crecimiento.

¿Cómo es su modelo de negocio?

Nacimos como tiempo compartido, y somos líderes en eso. Luego nos hicimos hoteleros, y posteriormente también nos hicimos inmobiliarios. Pueblo Bonito tiene tres grandes turbinas: el negocio hotelero, el de tiempos compartidos y el segmento de bienes raíces o inmobiliarios. Empezamos a hacer esquemas flexibles e híbridos. Ofrecemos un producto de ‘All Inclusive híbrido’, donde el cliente escoge si quiere o no el paquete de All Inclusive. Esto nos permite mejorar la calidad de alimentos y bebidas, y al cliente le da la oportunidad de tener un esquema flexible para hospedarse, consumir y decidir si paga o no cuotas de mantenimiento, que también son opcionales.

¿Cuál es la clave que permite aplicar esta flexibilidad?

El fruto de 30 años de trabajo, a base de experiencias, de caídas y levantadas. Ahora, esta estrategia se está dando porque los números van bien. Normalmente, un hotel con una utilidad bruta de operación de 40% es muy bueno, pero cuando combinas tiempo compartido con hotel, esa utilidad tiende a bajar, es muy raro llegar al 30%. Nosotros traemos una utilidad de 45%. Estas estrategias han dado tal fruto que decidimos lanzarnos a un proyecto de crecimiento en los próximos cinco años, basado en cuatro grandes pilares: desarrollo humano, fundamental para nosotros; tecnología, con apps, call center y otras aplicaciones en diferentes áreas; diversificación geográfica y de segmentos; y a finales de este año lanzaremos una nueva división de operación hotelera.

¿A qué nuevos destinos llegará?

En enero de 2019, iniciaremos la construcción del hotel Pueblo Bonito de San Miguel de Allende, que será nuestro primer hotel boutique. Va a tener 120 suites y alrededor de 30 villas. Viene también Cancún, donde estamos cerrando una reserva territorial, porque estamos queriendo diversificarnos también en playa, hacia el Caribe, para que nuestra base de clientes tenga muchas más opciones. Y luego habrá un hotel boutique en el centro histórico de Mazatlán. Queremos seguir haciendo más hoteles boutique y de playa.

¿Operan ustedes todos los hoteles?

Hasta la fecha, Pueblo Bonito ha sido propietario de todos sus hoteles e inmuebles. Hemos sido desarrolladores, operadores y vendedores de tiempo compartido y propiedad completa. Pero ahora, a finales de este año, vamos a lanzar la operadora Pueblo Bonito. Nos abrimos a la posibilidad de que otros desarrolladores nos inviten a operar sus hoteles, a vender su propiedad vacacional e incluso vender la parte inmobiliaria. Esto abre la puerta a tener un crecimiento muy dinámico sin necesidad de ser dueños. Por ejemplo, estamos desarrollando, junto con otro grupo, el hotel St. Regis de Los Cabos, donde no seremos operadores.

¿Cuál es su meta de crecimiento?

Nuestra expectativa en los próximos 10 años es, como mínimo, rebasar los 550 MDD en ingresos, y en este número no estoy considerando la nueva división de operación hotelera. También es de suma importancia que la empresa esté institucionalizada. Ahora mismo es familiar, pero ya cuenta con un gobierno corporativo y comités de auditoría. Esto lo estamos preparando porque Pueblo Bonito tiene expectativas, en algún momento, de salir al mercado público.

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