La reforma energética se tambalea con el gobierno de AMLO, opinan los analistas
La renuncia de Juan Carlos Zepeda, titular de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), y la ‘invitación’ para que su homólogo de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) también se vaya, manda una “mala” señal a las inversiones privadas en el sector energético y aumenta la incertidumbre sobre el futuro en este mercado, coinciden expertos en la materia.
“Esto demuestra una visión muy clara de que el Estado quiere tener injerencia en toda la cadena de la industria energética”, dice el vicepresidente de la consultora Welligence Energy Analytics, Pablo Medina.
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Zepeda anunció su renuncia como comisionado presidente del regulador de hidrocarburos a partir del 1 de diciembre , la misma fecha en la que tomará posesión el nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
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El triunfo del líder de Morena ha generado incertidumbre sobre el destino del sector y la continuidad de las leyes que nacieron de la reforma energética de 2013. La CNH incluso anunció el retraso de las dos licitaciones planeadas para este año, con el fin de esperar a la entrada de la nueva administración.
La salida de Zepeda, quien estaba en la CNH desde su creación en 2009, va a aumentar las dudas sobre lo que sucederá en el siguiente sexenio con el sector, considera el director de la consultora GMEC, Gonzalo Monroy. “Uno de los pilares de la reforma energética era que había un piso parejo para todas las empresas para competir aún con un jugador dominante, que en este caso es Pemex. Eso se acaba de evaporar”, comenta.
La CNH inició su vida como un organismo con autonomía técnica, pero dependiente de la Secretaría de Energía (Sener), que podía emitir opiniones sobre los planes de desarrollo del sector, que en ese momento se limitaban a Pemex. Sus observaciones, además, no eran vinculantes. Pero la reforma energética amplió su autonomía, al sacar a la CNH del organigrama de la Sener y convertirla en un organismo “coordinado”, lo que supuso colocarla casi al nivel de otros entes con mayor autonomía como el Banco de México.
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La creación de este tipo de instituciones con autonomía ayuda a generar la confianza de que, en una apertura energética, los participantes que quieran ingresar al mercado podrán hacerlo a pesar del dominio de las empresas estatales, explica Francisco Monaldi, catedrático de la Universidad de Rice. “La autonomía de los reguladores energéticos es uno de los aspectos fundamentales que han tenido las reformas energéticas en América Latina, como la de Brasil y Colombia”, destaca.
El próximo titular de la CNH debería tener una visión pragmática, y no política, sobre las necesidades del sector, agrega Medina. Las propuestas de López Obrador de construir una refinería, aumentar la producción petrolera y lograr la autosuficiencia energética pueden impulsarse atrayendo más inversión privada a través de las rondas petroleras, que coordina la CNH, dice este experto.
“La CNH es importante para los inversionistas que vienen al país, pero es mucho más importante para los mexicanos, que deberían tener todo el interés y la lupa puesta en que los recursos naturales de México, los hidrocarburos, se aprovechen de la manera óptima”, señala el director de la consultora Pulso Energético, Pablo Zárate.
Desde 2014, la CNH ha conducido siete procesos licitatorios y dos asociaciones de Pemex con empresas privadas, de las cuales se desprenden más de 100 contratos otorgados, 74 empresas petroleras operando en el país y un estimado de inversión de 162,000 millones de dólares.
