Aeroméxico evalúa opciones de compensación por la crisis de Boeing
La crisis del modelo 737 MAX8 del fabricante estadounidense Boeing ha tenido un efecto directo en las operaciones de Aeroméxico en su época más lucrativa del año, en la que contemplaba tener a toda su flota en el aire. Y la aerolínea analiza sus opciones, después de que desde marzo sacara de operaciones seis aeronaves tras los dos accidentes que provocaron la muerte de más de 300 personas en Indonesia y Etiopía.
James Sarvis, director de operaciones de la aerolínea, señaló durante una reunión con medios con motivo del segundo aniversario de la alianza de Aeroméxico con Delta Air Lines, que la aerolínea se encuentra considerando sus opciones en cuanto a una posible compensación. “Tenemos contratos, esfuerzos legales (…) puede haber un impacto a futuro porque nos atrasa las naves que habíamos ordenado, así que estamos evaluando”.
“Entre más tarden (en volver a operar) mayor es el impacto económico. Hemos movido mucho nuestros aviones; aquellos que íbamos a vender, que íbamos a devolver, los hemos retenido. La parte de la flota ha sido muy agresiva en orden de mantener la mayor cantidad de asientos posibles, pero no voy a mentir: el impacto económico ha sido por la baja de los MAX y el costo del combustible, que sube de una forma muy rápida. Sí nos hace daño”, señaló.
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El directivo de la aerolínea no dio datos sobre los daños económicos que ha provocado mantener los aviones en tierra, pero estimó que el impacto, más allá del número de asientos que han dejado de colocar, también se da por los costos de preservación de las aeronaves y la posterior capacitación que darán a sus pilotos.
En su reporte del primer trimestre del año, la línea aérea señaló que la suspensión temporal de operaciones de los equipos 737 MAX generó una reducción aproximada en ingresos de 200 millones de pesos hasta el cierre de marzo.
De la mano
Aeroméxico y Delta Air Lines celebran el segundo aniversario de su acuerdo de colaboración conjunta en sus rutas México-Estados Unidos, que ha duplicado el número de pasajeros transportados en el mercado transfronterizo, llegando a 14.4 millones de usuarios de mayo de 2017 a abril de 2019, según Nicolás Ferri, vicepresidente de Latinoamérica y Alianzas en las Américas de Delta.
“Si vemos dos años hacia atrás, en 2017 lanzamos 12 nuevas rutas; a marzo de 2019, volamos a 33 destinos en Estados Unidos sin escalas saliendo de 11 ciudades de México”, indicó.
En estos dos años, ambas aerolíneas han incrementado en 11.3% las operaciones a tiempo gracias a las sinergias que se han generado en el Centro de Operaciones de México. Esto, a decir de Sarvis, se ha logrado homologando la mayor cantidad de procesos, lo que también ha llevado a una mejora en los tiempos de manejo de equipaje en 19% interanual.
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Sin embargo, la alianza se ha encontrado con una mayor cantidad de jugadores de lo que tenían previsto, agregó Ferri. Según cifras de la SCT, durante abril las aerolíneas con la mayor participación de mercado entre México y Estados Unidos fueron American Airlines (15%), United Airlines (15%), Delta Airlines (13%), Volaris (11%) y Aeroméxico (8%).
“Cuando se abrieron los cielos entre Estados Unidos y México, cualquiera podía volar una ruta entre ambos países, y en ese momento sí vimos una oferta, cosa que sí se había previsto pero había más oferta adicional de lo que habíamos pensado. Ahora vemos que ya se está racionalizando la oferta, es mucho más sana, y nosotros, siendo el líder del mercado (Delta-Aeroméxico), tenemos una posición muy relevante para que a partir de ese momento seamos la elección número uno del cliente”, dijo Ferri.
Positivos, trabajos en el AICM
En cuanto a las labores para hacer más eficientes las operaciones en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) en sus dos terminales, Sarvis consideró positivos y necesarios los trabajos, aunque señaló que hace falta más atención en cuanto a los horarios designados para despegues y aterrizajes (slots).
“El problema de los slots es muy real. Sólo tenemos un determinado número de minutos al día donde podemos aterrizar y es algo que tenemos que cambiar. Hemos sido muy abiertos con el gobierno pidiéndole que se aprendan lecciones de otros aeropuertos controlados alrededor del mundo donde han sido más exitosos que nosotros en el tema”, agregó.
En cuanto a la construcción de una tercera terminal, ambas aerolíneas consideraron que sería sumamente conveniente para tener operaciones más fluidas.
“Sí nos conviene a Delta y Aeroméxico, porque tenemos 40% de la operación en áreas remotas, por lo cual los usuarios tienen que tomar un autobús del avión al aeropuerto. Queremos más puertas de salida no sólo para poder manejar lo que tenemos hoy, sino para poder crecer”, concluyó Sarvis.