De acuerdo con información proporcionada por la Cámara Mexicana de la Industria Farmacéutica (Canifarma) y elaborada con base en datos de QuintilesIMS, en los últimos cuatro años, las ventas a instituciones públicas pasaron de ser el 29% del total al 26%, mientras que en volumen pasaron del 64% al 60% en el mismo periodo.
Para la industria, vender al gobierno no es el único y mejor negocio. Los retrasos en pagos de instituciones públicas y los próximos cambios en el esquema de compra consolidada de medicamentos han hecho que distribuidores y farmacéuticas miren al sector privado.
“El proceso licitatorio para la compra consolidada de medicamentos y material de curación es uno que ha tenido sus áreas de oportunidad en términos de claridad para los participantes. Lo que pide el sector privado es apegarse al estado de derecho y que haya un entorno de competitividad de piso parejo, con las mismas condiciones para todos”, afirma Patrick Devlyn, presidente de Salud del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
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El representante del sector explica que el sector salud representa el 5.8% del PIB, de dicho monto, 43% corresponde al gasto que desembolsan los pacientes, ya sea para consultas con médicos privados o medicamentos, y que no van al sistema de salud pública. “Las personas están teniendo que desviar sus recursos para atenderse desde el sector privado”, añade.