Tras la explosión, miembros de las Fuerzas Armadas pidieron a los vecinos que se retiraran de un radio de 500 metros en torno a la deflagración, ante el miedo de que se produjera una explosión mayor, según confirmaron medios locales.
De esta forma, a media mañana, tanto fuentes municipales como de la empresa propietaria aseguraban que el fuego comenzaba a estar controlado y no existía la necesidad de tomar medidas adicionales.
"La contingencia en el ducto de gas LP al sur de la ciudad está controlada. No es necesaria la evacuación en zonas aledañas" (más allá del perímetro de 500 metros establecido inicialmente), confirmaron desde el Gobierno Municipal de Celaya.
Según trabajadores de Pemex, la extinción total de las llamas podría conllevar unas 30 horas.
A inicios de enero pasado se produjo la explosión de una toma ilegal de combustible en Tlahuelilpan, en el céntrico estado de Hidalgo, que dejó 135 muertos.