Los caminos hacia Santa Lucía son difíciles. Con una distancia desde el centro de la ciudad tres veces superior a la del actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), el reto del nuevo aeropuerto será facilitar la llegada y salida de más de 50 millones de pasajeros para 2022, para cuando estima su inicio de operaciones, y de 130 millones para 2062, en su capacidad máxima.
El punto de partida al elaborar un plan de movilidad para un aeropuerto es el usuario. Fernando Páez, director de operaciones de la organización World Resources Institute (WRI) México, explica que se identifican tres tipos de usuarios: los pasajeros aéreos, los acompañantes (que, en el contexto latinoamericano, son habituales) y los empleados del aeropuerto.