El directivo también ve con preocupación la decisión de la Sener de modificar las reglas para la acreditación de los Certificados de Energías Limpias (CEL) debido a que esto puede dañar la construcción de nuevas centrales con tecnologías limpias.
“Entendemos el propósito, y que todo lo que viniera después fuera elegible. Siempre hay que dibujar la raya, porque el objetivo último es alcanzar el 35% en 2024, y no es otra la intención”, señaló Rancé.
La modificación de las reglas, publicadas en el diario oficial este lunes, permitirán que CFE pueda considerar las centrales de energías limpias -como sus hidroeléctricas o la nuclear de Laguna Verde- como candidatas para obtener estos certificados, una obligación impuesta derivada de la Reforma Energética y la Ley de Transición Energética aprobadas en el sexenio pasado. Estas centrales se habían descartado para conseguir los CELs debido a que la intención era impulsar la inversión en nuevas centrales limpias, y que sólo éstas pudieran tener derecho a adquirirlos.
Estos instrumentos tenían el propósito de forzar a la construcción de nuevas centrales eléctricas, con el fin de que los grandes generadores de energía cumplieran con un monto mínimo cada año, y así contribuir de manera directa –construyendo plantas y obteniendo CELs- o indirecta –adquiriendo los CELs de otras centrales- al desarrollo de las energías limpias para 2024.