Gran Bretaña impuso una suspensión inmediata al fracking, según anunció este sábado el gobierno de Boris Johnson, argumentando que la técnica de extracción de gas puede causar alteraciones a las comunidades locales debido a temblores de tierra.
La medida puede ganarle apoyo a los conservadores del primer ministro Boris Johnson en distritos electorales en el norte de Inglaterra, donde se había planeado el fracking. La oposición dijo que la iniciativa era un “truco” electoralista de cara a las elecciones de diciembre.
El gobierno había manifestado previamente su apoyo a la industria del gas de esquisto —también llamado shale, y que se extrae mediante la técnica del fracking—, pues busca formas de reducir la dependencia de Gran Bretaña de las importaciones de gas natural, un recurso que se utiliza para calentar alrededor del 80% de los hogares del país.
Sin embargo, el fracking —que implica extraer gas de las rocas al romperlas con agua y productos químicos inyectados en la tierra a alta presión— enfrenta el feroz rechazo de los ambientalistas, que argumentan que incumple el compromiso de Gran Bretaña de alcanzar emisiones netas de carbono cero para 2050.
Ahora, la secretaria de negocios, Andrea Leadsom, dijo que el gobierno no puede descartar impactos en las comunidades locales en el futuro, si el fracking se aplica.
“Siempre hemos tenido claro que seguiremos la ciencia”, dijo a la radio BBC. “No podemos estar seguros de que el gas de esquisto pueda extraerse de manera segura y, por lo tanto, debemos imponer esta moratoria hasta que la ciencia cambie”.
El anuncio se produce cuando Johnson se prepara para una elección el 12 de diciembre. Las propuestas para desarrollar fracking en varios escaños marginales en el norte de Inglaterra se tendrán que posponer.
“La pausa temporal del fracking de los conservadores es un truco electoral para tratar de ganar algunos votos”, dijo en un tuit el líder de la oposición, Jeremy Corbyn.
Con información de Reuters