La memoria de la cámara se llenó de tantas fotos y, sin duda, tuviste el descanso que merecías desde hace meses. Sí, todo es felicidad en las vacaciones hasta que ves la factura de tu estancia en el hotel con un costo adicional. Te preguntas si destruiste una parte de la habitación, pero en realidad solo hay un culpable: el minibar de la habitación con todos los productos que consumiste.
¿Por qué los productos del minibar en los hoteles son tan caros?
Este refrigerador está lleno de chocolates, cacahuates, refrescos, botellas de alcohol, papas, café o dulces que, aunque vienen en una pequeña presentación, pero que son mucho más costosos que si los adquieres en una tienda de conveniencia con su tamaño y gramaje original. ¿La explicación? No pagas un producto, pagas un servicio.
“El minibar representa una venta por impulso. Recordemos que la primera necesidad que cubre un hotel es el hospedaje, lo que pueda hacerse dentro para ellos representa una ganancia”, dice Carlos Ávila, socio fundador y director de Operaciones de la firma Consultores Hoteleros.
Para un hotel, del precio del ticket por alimento, entre 28% y 33% corresponde al costo de elaboración, mientras que en las bebidas, este costo es de entre 18% y 25%. El resto es utilidad. En los servibares el porcentaje de costos es menor, dependiendo de cada administración.
De esta forma, con estos productos se le da al huésped la facilidad de no tener que salir de su cuarto y de tener productos a la mano, costo que se asume con el precio en el también llamado servibar. Dicho servicio, dice Roberto Montalvo, coordinador de la licenciatura en Administración de la Hospitalidad en la Universidad Ibero, se enfatiza más en los turistas que acuden a destinos de sol y playa, así como para el de negocios.
“Este servicio también depende de la categoría del hotel. Normalmente hablamos de los de cinco estrellas, donde se tiene más rentabilidad y enfocados en estos dos sectores, que son los más sensibles a comprar de manera impulsiva y por no tener que hacer algo extra”, dice.
Al hacer check-out es muy común que en recepción se te pida que esperes unos momentos mientras se revisa la habitación. Ahí es donde se aprovecha para checar el inventario original del minibar, ver si se consumieron productos y realizar el cargo correspondiente, pero en algunos hoteles hay tácticas adicionales.
Y, una última advertencia: “Algunos hoteles manejan stickers porque, a veces, el cliente toma un producto del minibar y antes de que le hagan un cargo van a una tienda y la reponen. Ponen distintivos en las taparroscas o en las etiquetas para que se pueda verificar que es un producto suministrado por el hotel”, asegura un especialista de la Asociación de Hoteles de la Ciudad de México, que prefirió no ser citado.