El nuevo Programa Nacional de Vivienda busca concretar 5.4 millones de acciones de mejoramiento, adquisición o ampliación al cierre de 2024 con una inversión de 2.3 billones de pesos a través de cinco objetivos estratégicos que trabajarán diversos participantes del sector bajo la coordinación de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).
Programa Nacional de Vivienda tendrá inversión pública de 2.3 billones de pesos
Los cinco objetivos se dividen en 21 estrategias y 141 propuestas específicas que buscan también disminuir en 2.2 millones el rezago en acciones y lograr el crecimiento del sector en 11% hacia finales de 2024, destacó Román Meyer, titular de Sedatu, en la presentación del programa.
Para lograr las metas, la premisa de este plan de acción es poner a los mexicanos en el centro de la sinergia entre iniciativa pública y privada para que las familias puedan adquirir o mejorar su vivienda acorde con el Programa de Desarrollo establecido por el gobierno de la República.
"El diagnóstico se centra en una población que no ha sido atendida. Que el estado no conformó de forma adecuada las instituciones y políticas públicas para hablarle a esa población y que es una obligación del estado mexicano atenderla", comentó Meyer.
En cumplimiento con ellos destacan la creación de una ventanilla única de vivienda, colaboración entre la banca privada para ofrecer tasas preferenciales a sectores vulnerables y recuperar la vivienda abandonada.
L
os 5 puntos clave
El primero de ellos es garantizar a los mexicanos el acceso a una vivienda, en particular para los segmentos más desfavorecidos, que engloba 39 de las acciones totales. Destaca la creación de una canasta básica de materiales para construcción.
El segundo radica en mejorar la coordinación entre el sector público para hacer eficiente el uso de recursos destinados a vivienda. El tercero es fomentar la coordinación entre privados y lograr que se atienda el buen desarrollo de los diferentes segmentos.
El cuarto se enfoca en el acceso a la información y rendición de cuentas por parte de los actores involucrados en el desarrollo de vivienda. Mientras que el último punto destaca la planeación territorial y urbana que sitúe la construcción en lugares con acceso a servicios e infraestructura.
Román Meyer aseguró que anteriormente se seguía un modelo "fordista" en el que se producían viviendas de forma masiva sin un análisis sobre el desarrollo urbano donde se situaban, por lo que ahora el reto es terminar con dicho modelo.