El sector energético mexicano no tiene nada que presumir en la cumbre climática

La Ley de Transición Energética de 2015, donde se fijan las metas de generación con energías limpias que deberá tener el país en las próximas décadas, se promulgó como parte de los acuerdos firmados por México París durante la COP21 de ese año.

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Las energías renovables habían tomado un fuerte impulso durante el sexenio pasado, gracias a las subastas de largo plazo donde la Comisión Federal de Electricidad (CFE) firmó compromisos con productores de electricidad con centrales limpias –en su mayoría solares y eólicas-, quienes comprometieron inversiones por 8,600 millones de dólares.

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Pero el gobierno de Andrés Manuel López Obrador frenó estos procesos desde el inicio de su mandato -en diciembre de 2018- y la Secretaría de Energía (Sener), que dirige Rocío Nahle, no ha propuesto mecanismos alternos para incentivar a este tipo de energías, algo que han criticado organismos internacionales.

“Hasta la fecha no se sabe si alguien de la Sener vaya a la COP 25, y me preocupa que México va a quedar mal parado, porque buscan financiamientos para impulsar a ciertos sectores en el país para mitigar los efectos del cambio climático, pero no llevan nada nuevo a la conferencia”, dice Villeda.

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La Secretaria del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) se comprometió a reiterar el compromiso de México con los Acuerdos de París, a través del apoyo a comunidades indígenas, ciencia y tecnología, y cuestiones de género; pero en su posicionamiento no se menciona al sector eléctrico, dice el especialista.

“El sector eléctrico como tal representa más potencial para mitigar emisiones de CO2, y ahora tenemos las soluciones disponibles”, dice Luis Romero, oficial de energías renovables de la fundación internacional en México WWF, que participa como invitada dentro de esta reunión.

El gobierno debe mostrar que está alineado a las nuevas metas que se plantean dentro de esta COP25 donde se busca que los compromisos contra el cambio climático se amplíen para que en lugar de dos grados, la meta se reduzca a evitar que la temperatura global no rebase el incremento de 1.5 grados Celsius.

“Lo que espero ver de la delegación mexicana en la COP es reafirmar el compromiso con la transición energética tras lo que hemos vivido en estos 11 meses, y esto sería un primer paso”, dice Romero.

El sector renovable se encuentra en una batalla legal en contra de Sener tras las modificaciones a las reglas para otorgar certificados de energías limpias (CELs), un mecanismo ideado para incentivar la construcción de nuevas centrales, pero que tras los cambios, sólo permitirán a la CFE inundar a este mercado con certificados otorgados a las centrales de la eléctrica nacional que instaladas antes de 2014.

La COP25 inició este lunes en Madrid, luego de que Chile tuviera que cancelar su celebración en su territorio debido a los disturbios sociales en el país sudamericano, y terminará el 13 de diciembre.