México es reconocido en el mundo de las bebidas alcohólicas a nivel global por su producción de tequila, mezcal y cerveza. Sin embargo, tiene oportunidad para posicionarse como un referente en la producción y venta de whisky, asegura Reynald Grattagliano, director de Asociación del Whisky de México.
Este empresario quiere producir whisky mexicano
“Nadie lo pensó, todas las empresas como Bacardi o Jim Beam o los dueños de Jack Daniels, entre otras, no han pensado en hacer un whisky mexicano y que pueda competir a nivel mundial. Pero México tiene todas las características para hacerlo: por ejemplo, en los Altos de Jalisco existe la altura, el maíz, el agua, la temperatura...”, comenta Grattagliano, que en octubre recibió la autorización de la Secretaría de Economía para constituir la asociación que ahora dirige.
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Grattagliano, dueño de The Best Spirits Company, que inició en 2011 y ya elabora marcas de whisky hechos con maíz y trigo mexicano como Williamson 18, Imperial Famous, John Bow, Red & Black, Paddington, Magic Black, Black Head, Black King y Yacht Club. Su objetivo es ahora producir una marca mexicana para el próximo año.
“Hoy en día se venden 3 millones de cajas al año de whisky en México de otras marcas. Si logro vender 50,000 cajas en un año, que es mi objetivo, voy a tener 3% del mercado, porque hay mucho whisky importado de Europa. Al principio hay que ir gateando después caminamos y después corremos”, señala Grattagliano en entrevista.
Por ahora, ya tiene instalada una planta en Arandas, en Jalisco, con una producción inicial de 300 litros de whisky, que se traducirán en aproximadamente 50,000 cajas de 12 botellas al año.
El whisky o whiskey—que recibe su nombre según su país de origen, ya sea de Escocia o Irlanda respectivamente—se realiza principalmente a base de trigo o maíz. México es un gran productor de ambos cultivos, motivo por el que la materia prima seria suficiente para crear una nueva industria y más empleos.
El país es el séptimo productor de maíz con 27.2 millones de toneladas y el primero de maíz blanco, de acuerdo con datos del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA). También es el mayor importador de este cultivo, cuyo volumen superó las 17.1 millones de toneladas anuales en 2018 y se espera que para 2019 se compren en el exterior 16 millones de toneladas.
“Con el whisky se gana mucho dinero y yo quiero que todos ganen. Parte de mis planes es pagarle mucho mejor la materia prima al agricultor, el doble de lo que lo vende el mercado”, señala Grataggliano, quién ha buscado a empresas como Pernord Ricard, Jose Cuervo, Bacardi o Diageo, entre otras, para que formen parte de la Asociación y su plan.
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Expansión contactó a Jose Cuervo y Pernord Ricard para preguntarles sobre la asociación pero no obtuvo respuesta inmediata. También contactó a la empresa británica Diageo, que forma parte de la Scotch Whisky Association en Reino Unido, pero su respuesta fue que no tiene conocimiento sobre la conformación de esta Asociación en México.
Las tres empresas con mayor número de ventas en el país en esta categoría fueron Diageo (dueña de las marcas Buchanan’s o Johnnie Walker) con un participación de mercado de 44.8%, le sigue Pernord Ricard (dueña de Chivas Regal y Ballantine’s) con 16.1%, Bacardi (Dewars) con 8%, de acuerdo con Euromonitor.
“Acorde a nuestra investigación, México consumió 50 millones de litros de whisky en 2018 a una tasa anual compuesta (crecimiento anual) del 8.2% durante 2013-2018. Esto es más alto que el crecimiento promedio global, que alcanzó un 2.3% durante ese año. Por lo tanto, el interés por el whisky está en auge y el mercado está liderado casi en su totalidad por marcas importadas, debido en gran parte a las estrategias de marketing específicas de los mayores importadores de whisky en México”, señala Catherine Krol, analista en Euromonitor International.
¿Qué tan viable es producir whisky en México?
Jesús Montiel Hernández, de 55 años, emigró a Estados Unidos desde su Puebla natal hace aproximadamente 35 años para encontrar una mejor calidad de vida. Fue ahí donde encontró su vocación: dedicarse a la elaboración de bebidas como el whisky, ginebra y cerveza. Después de tomar cursos para elaborarlas decidió regresar en 2010 a México con la idea de producir un whisky mexicano.
“Empezamos a investigar los orígenes del whisky de Escocia, luego descubrimos que Japón y China también lo hacía, y desde ahí nace la idea de hacer uno mexicano, porque no existía. Fue así como se convierte en una obsesión. Investigamos el tema de denominación de origen y nos dimos cuenta que el whiskey (con e) es el que no tenía denominación de origen porque el whisky sí, que viene de Escocia”, comenta Montiel a Expansión.
En 2014, lanzó la primera botella, Cetxim, hecho a base de maíz criollo. El objetivo ahora es hacerlo con maíz negro, azul y morado, para ver la variación de sabor.
“Tenemos año y medio que no hemos producido, tenemos 20 barriles llenos con whisky añejo y 800 litros de whisky, pero nos dimos cuenta que teníamos que aprender acerca de promoción y mercadotecnia, Por eso, decidimos detener la producción, además de que buscamos realizar whisky añejo y toma más tiempo su elaboración”, señala Montiel, que por el momento se esta concentrando en la elaboración de Ginebra, que busca exportar a Estados Unidos, y cerveza artesanal.
Montiel, fundador de la destilería Ayutla, ubicada en Izúcar de Matamoros, Puebla, considera que elaborar whisky mexicano es una idea muy “grande” y “real”, pues existe materia primera en abundancia.
Para la analista Katherine Kriol, de Euromonitor, comenzar a producir whisky en México requeriría tiempo e inversión, así como una plataforma para educar a los consumidores locales sobre lo que se puede definir como whisky para hacer crecer el mercado interno.
“Sin embargo, debido a que el tequila y el mezcal se están expandiendo actualmente en su posición como bebidas premium en México y en el extranjero, un floreciente mercado local de whisky podría actuar como competencia en este espacio”, concluye.