La empresa se limitó a señalar que los gastos se debieron a los impactos de la transformación del modelo operacional de Telefónica México tras el acuerdo alcanzado con AT&T en noviembre del año pasado.
“AT&T México prestará servicios mayoristas de acceso a última milla inalámbrica a T. México que derivará en unas eficiencias operativas y financieras con un impacto positivo progresivo en flujo de caja estimado en torno a 230 mde a partir del año tres”, explicó la firma en su informe.
Los gastos en los que tuvo que incurrir la empresa en México se refieren al cierre de la red de transmisión y la cancelación anticipada de contratos, explicó Laura Abasolo, directora general de finanzas y control de Grupo Telefónica.
“Nuestros clientes ahora en México, tienen acceso a la mejor tecnología actual y futura. México es hoy, más fuerte, más rentable y más eficiente financieramente”, dijo la directiva en conferencia de prensa en España.
Este impacto repercutió en el OIBDA de 2019 que cerró con una pérdida de 147 mde frente a una ganancia de 150 mde en 2018.
Los ingresos de la filial española en México se incrementaron 1.7% anual en el trimestre y de 0.5% en el año, gracias a una mayor venta de servicios por contrato. Las inversiones de Telefónica se desaceleraron 35.3% al pasar de 296 mde en 2018 a 128 mde en 2019.
Caída en Bolsa
Las acciones de Telefónica protagonizaron las caídas del índice Ibex al desplomarse 5% el jueves después de que la empresa anunció una fuerte baja de sus ganancias anuales por el costoso programa de despidos y jubilaciones en España.
Como otros rivales europeos, el cuarto grupo de telecomunicaciones de Europa está esforzándose por mejorar su rentabilidad en un mercado cada vez más competitivo y el año pasado anunció una amplia reestructuración de sus negocios.
En el marco de sus planes para revitalizar su actividad, el grupo puso en marcha un programa de jubilaciones anticipadas para empleados de más de 53 años en España, que contribuyó a las provisiones de 2,200 millones de euros que provocaron un desplome del 66% en el beneficio neto reportado en 2019.
Las pérdidas en la filial mexicana en el cuarto trimestre y un deterioro del fondo de comercio en Argentina fueron otros factores detrás de este resultado.
Las acciones de Telefónica bajaron un 5.04% a 6.21 euros.
El año pasado, los ingresos de Telefónica alcanzaron los 48,422 millones de euros, un 3.2% más en términos orgánicos que en 2018 y por encima del objetivo de la compañía de un incremento de en torno al 2%.
Una recopilación de previsiones de analistas proporcionada por la operadora apuntaba de media a unas ventas de 47,801 millones el año pasado.
El presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez Pallete destacó que la compañía ha comenzando con una buena evolución operativa el 2020, año en el que se enfocarán en la ejecución de nueva estrategia.
"Respecto a nuestros objetivos fijados para 2020, esperamos crecer de manera estable en las principales magnitudes, un dividendo estable y atractivo. A largo plazo, tenemos un objetivo de crecimiento sostenible y responsable", dijo en el comunicado del grupo de telecomunicaciones.
Con información de Reuters.