En 2019, México importó 863,453 vehículos, de los que 84,664 llegaron de China. Según datos de Inegi, prácticamente todas las unidades fueron importadas por General Motors: 70,921 Aveos, 13,141 Cavaliers —ambos se venden bajo la marca Chevrolet—, así como 249 unidades del SUV Buick Envision. En total, 39.8% de sus ventas en el país el año pasado.
El resto, 353 unidades, fueron importadas por la marca china Baic.
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Tras la entrada de China a la Organización Mundial del Comercio en 2001, la cadena de piezas y ensamblaje de automóviles se había mantenido como “la gran excepción” en la penetración que lograron otros productos chinos en México. Pero esto ha ido cambiando a medida que los fabricantes de vehículos están acumulando capacidad ociosa en sus plantas chinas y han empezado a colocar los excedentes en los pisos de venta de otras latitudes, incluyendo Norteamérica.
General Motors, por ejemplo, opera 15 plantas de ensamble en China, una de ellas está en Wuhan. En este complejo, el fabricante estadounidense produce cuatro modelos diferentes de Chevrolet y Buick, no obstante, todos ellos se venden solo en China.
El Aveo chino que se vende en México, y que en China se conoce como Sail, es producido en el puerto de Yantai, en el este del país asiático, por un jointventure entre GM y SAIC Motor Corp. Esta planta está a 1,200 kilómetros de Wuhan. El Aveo es el segundo auto más vendido en México, según cifras de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) y el más vendido de GM. Expansión solicitó información sobre el posible desabasto a General Motors, pero al cierre de esta nota, la marca no había emitido una respuesta.
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