El derrumbe de los precios del petróleo a nivel internacional pone en serias presiones los planes del gobierno para elevar la producción de Pemex en momentos en los que algunos proyectos de la empresa pueden generar pérdidas por cada barril extraído, señalan analistas del sector.
¿Pemex pasará la tijera a su plan para sobrevivir a la caída de los precios?
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La petrolera dirigida por Octavio Romero Oropeza vivió una situación similar entre 2014 y 2016, donde la falta de una acción contundente al inicio de la crisis en los precios del petróleo se saldó en 2015 con la mayor pérdida en la historia de la compañía: 712,567 millones de pesos.
Andrés Manuel López Obrador presumió que su gobierno había rescatado a Pemex apenas a inicios de febrero de este año, a poco más de un año de haber tomado las riendas de la que, a día de hoy, sigue siendo la petrolera más endeuda del mundo.
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La producción de crudo de la compañía muestra signos de haber superado sus niveles más bajos desde 1979, y enfilaba a estacionarse en los 1.7 millones de barriles promedio diario en enero y febrero. Pero el diagnóstico del “rescate” de la empresa que hizo López Obrador se sostuvo en esta alza marginal –aunque la extracción anual promedio siguió su caída en 2019-, y sin abordar cómo esto encaja en una empresa que perdió 346,000 millones de pesos (mdp) el año pasado.
El derrumbe que viven los precios del petróleo durante estos días, y que puede alargarse por varios meses, pone en duda la viabilidad de apostar al incremento de la extracción de crudo, cuando parte de esta bolsa de barriles vienen de campos que cuestan más que el precio de referencia internacional.
“Pemex Exploración y Producción debería estar revisando los pozos de producción por campo donde pueden seguir produciendo a 20 a 30 dólares, para cerrarlos”, dice Marcelo Mereles, socio de la consultora HCX. El analista estima que la extracción de crudo de Pemex que no es rentable a estos niveles se ubica entre los 150,000 a 200,000 barriles promedio diario de los 1.7 millones que promedia la empresa en estos momentos.
Los recortes de Pemex para evitar perder dinero por cada barril que extrae a estos precios deben ubicarse en 160,000 barriles de su producción , según estimaciones de Pablo Medina, vicepresidente de la consultora Welligence Energy Analytics. El análisis abunda en que la mayoría de los campos prioritarios que el gobierno había priorizado el año pasado superan los 40 dólares de costos, lo que a este nivel de precios se vuelven no rentables.
La situación actual del mercado debe reabrir la puerta a que el gobierno reconsidere abrir las rondas petroleras, que justo entre 2014 y 2016, cuando la última crisis de los precios azotó a Pemex, permitió destapar una pequeña válvula para las inversiones, opina Mereles.
“Esto obliga a que Pemex replantee su propio esquema de inversiones y evalúe sus proyectos petroleros de este año y del siguiente con esta perspectiva que va a ser el new normal de los próximos meses”, dice Alejandra López, analista de la consultora FTI Consulting.
Para López, la petrolera nacional debe recordar las medidas que tomó en 2016, cuando se vivió una situación similar en los niveles de precios, y que obligó a la compañía a realizar ajustes que, sin embargo, llegaron tarde para una avalancha que se veía venir desde 2014.
La crisis de 2014 a 2016 supuso que los precios de referencia pasaran de más de 100 dólares a cerca de 20 por barril, y la sangría para Pemex se saldó con una pérdida de 712,500 millones de pesos (mdp), en el último año en que Emilio Lozoya dirigió a la petrolera nacional.
Pemex puso el freno de mano al gasto hasta inicios de 2016, con José Antonio González Anaya al frente, con un recorte de 100,000 millones de pesos (mdp) que supuso parar inversiones en exploración y refinación.
La actual crisis de precios, desatada ante los temores del avance de la pandemia de coronavirus, y el desacuerdo entre Arabia Saudita y Rusia, supone una caída menos fuerte en cuanto al monto del valor, pero más precipitada que la de hace un lustro, por lo que las empresas petroleras internacionales están tomando ya medidas correctivas para paliarla.
Pemex ni las autoridades en materia energética se han pronunciado sobre un posible plan de contingencia tras lo sucedido en estos días, mientras que la Secretaría de Hacienda se ha referido a las coberturas petroleras para calmar las preocupaciones de los mercados.
La mezcla mexicana cerró en 25.93 dólares, una caída de 5.4% respecto al martes, y casi 30% frente al viernes, antes del rompimiento definitivo entre Arabia Saudita y Rusia.