La industria del acero en Latinoamérica tiene un doble motivo para estar preocupada. El impacto que tendrá la pandemia de coronavirus en la economía augura una menor demanda por parte de sectores de manufactura y construcción, mientras que la menor actividad industrial en China ha provocado un alza de los inventarios del mayor productor de acero lo que llevará a una mayor oferta en un mercado a la baja.
El coronavirus empeora el panorama de la industria del acero
La menor demanda debido a la caída industrial y el incremento de los inventarios de China, el principal productor, preocupa a la industria latinoamericana.
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Las medidas tomadas por el gobierno chino para contener la infección provocaron el desplome la actividad industrial en ese país. En el primer bimestre del año, la industria cayó 13.5%, una baja sin precedente según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas de China (NBS, por sus siglas en inglés) organismo que promedia la actividad industrial de los dos primeros meses del año para evitar la distorsión que genera el paro asociado a los festejos por el año nuevo chino.
Aún durante la crisis de 2008, el indicador nunca fue negativo. Hace más de una década el resultado más bajo fue un crecimiento de 3.8% en enero y febrero de 2009.
El ritmo de la industria acerera ha sido otro. En el primer bimestre de 2020, China produjo 154.7 millones de toneladas de acero crudo, un alza de 3.1% respecto a igual periodo de 2019, según datos de la NBS.
El alto nivel de automatización y digitalización de la producción acerera del país contribuyó a mitigar los efectos de la inasistencia de empleados a las plantas y la región noreste –donde las provincias de Hebei, Liaoning y Shandong tienen capacidades de 100 millones de toneladas o más–, no experimentó recortes severos, según indica un reporte de la consultora regional India Ratings, de inicios de marzo.
El gobierno ya ofreció estímulos fiscales y facilidades para ayudar al reinicio de operaciones en negocios y plantas productivas, pero los resultados, hasta ahora, han sido limitados.
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En un informe de fines de marzo la consultora S&P Global Platts indicó que no importa cuán fuertes sean los estímulos, éstos solo funcionan cuando las personas pueden trabajar y desplazarse en masa, “lo cual es imposible mientras la pandemia de coronavirus continúa provocando bloqueos en todo el mundo”.
"Los esfuerzos del gobierno para apoyar la economía no han logrado revivir la demanda de acero", explica Francisco Leal, director de la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero).
Un periodo decisivo
La mezcla entre la baja demanda derivada de una menor actividad industrial y la mayor producción acerera ha aumentado los inventarios de los fabricantes y comercializadores chinos, tanto de aceros terminados (tubos y barras especiales, perfiles pesados y rieles, etc.), como semiterminados (planchones, tochos y palanquillas) que derivan del acero crudo.
S&P Global Platts estima que al cierre del primer trimestre los inventarios alcanzarán los 100 millones de toneladas, lo que “pondrá al mercado chino bajo una inmensa presión en abril y mayo”, y traerá mayor presencia de sus productos en el exterior en los meses siguientes.
China es el mayor productor de acero del mundo y cualquier cambio en su actividad se espera que tenga un impacto en el comercio mundial del producto
Francisco Leal, director general de Alacero.
Latinoamérica es uno de los principales destinos de las exportaciones de acero chino y los socios de Alacero han luchado contra las importaciones en desigualdad de condiciones del producto asiático. Al cierre de 2019, la región tenía 74 demandas interpuestas por antidumping, 50 de ellas contra China. México encabeza esa lista, seguido de Colombia y Brasil.
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La producción global de acero en febrero fue de 143.3 millones de toneladas, con una participación china de 52.2%, según datos de Worldsteel Association. India Ratings asegura que el país asiático produce y consume más de la mitad de la producción global, por lo que el brote de Covid-19 impactará de forma negativa al sector en el corto plazo.
“La magnitud del impacto dependerá de la gravedad de la evolución y duración en China y la propagación del virus a otras partes del mundo”, señala.
El contagio regional
La pandemia del coronavirus no pudo caer en peor momento para la industria acerera de Latinoamérica debido a que los sectores que más consumen acero en la región arrastran malos resultados, particularmente en México.
Las principales economías de la región, a excepción de México, mostraron cierta recuperación o estabilidad. En el sector automotriz, las perspectivas de las asociaciones responsables del sector en América Latina registraron un panorama preocupante, ya que solo Brasil y Colombia mostraron crecimiento en 2019. En el de maquinaria y equipo, Brasil, México, Chile y Argentina vieron caídas importantes.
De acuerdo con Francisco Leal, la baja en estas actividades contribuyó a la caída de 5% en consumo, y de 8% producción de acero crudo en 2019, con saldos de 64 millones de toneladas y de 60.2 millones de toneladas, de forma respectiva.
Los resultados superaron la expectativa inicial de contracciones por 5.4% en producción y 1.5% en consumo, prevista en el reporte América Latina en Cifras 2019, elaborado por la Alacero.
Para 2020 augura un consumo de 66 millones de toneladas, un incremento de 2.8%; sin embargo, la expectativa será revisada en breve a partir del análisis que hagan los países socios sobre el impacto esperado por la pandemia.
“Aún no tenemos claro el tamaño de la afectación en la demanda (...) pero con los últimos datos de las asociaciones y cámaras responsables de los sectores clave, nos damos cuenta que 2020 será un año muy desafiante para nuestra industria”, concluye el director general de la Alacero.
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