La construcción de la nueva refinería de Dos Bocas, uno de los proyectos insignia lanzados por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, continúa sus trabajos en momentos en que Pemex tocó un mínimo histórico en su proceso de refinación en febrero, el tipo de cambio del peso frente al dólar amenaza con elevar el costo de los materiales y en los que el negocio de la refinación a nivel mundial pone el freno de mano a sus plantas por los estragos de la pandemia del coronavirus.
El gobierno avanza con Dos Bocas en el peor momento para refinar
Lee: Pemex se debate entre refinar o importar más gasolina ante la caída del petróleo
La Secretaría de Energía (Sener) sigue con los trabajos de esta infraestructura que la administración actual considera clave en su objetivo de incrementar la producción nacional de gasolinas y otros productos refinados del petróleo, para frenar las importaciones de estos combustibles.
Pero las cifras de ventas de combustibles y de refinación de productos de Pemex muestran una caída importante en febrero, días antes de que se desatara el desplome en los mercados internacionales, y que se empezaran a aplicar medidas de distanciamiento social en México a causa del coronavirus.
Durante la supervisión semanal de la construcción en #DosBocas, la Secretaria @rocionahle destacó la participación de la empresa Van Oord, la cual concluyó en tiempo y forma su etapa en este proceso.#ConferenciaPresidente pic.twitter.com/16Im3lrifv
— SENER México (@SENER_mx) March 30, 2020
La producción de petrolíferos en las seis refinerías de Pemex promedió 580,355 barriles diarios en febrero, la menor cifra mensual desde al menos 1990, según cifras de Sener. El dato supone una caída del 19% anual respecto a febrero de un año antes y de 18.7% comparado con el mes pasado.
Pemex había logrado elevar la elaboración de derivados del crudo durante el año pasado frente a 2018, pero este mes de febrero resultó en un golpe atrás para las plantas de la petrolera estatal, que no logra elevar el índice de utilización de las refinerías que ronda el 30% de la capacidad total del sistema.
La refinería ha enfrentado las críticas y escepticismo de los analistas y agencias de calificación debido a que consideran que el proyecto rebasará el costo de 8,000 millones de dólares (mdd) estimado por el gobierno, y no quedará lista para 2022, como se prometió.
Pero los efectos de la pandemia del coronavirus a nivel mundial y en México, junto al desplome de los precios del crudo , han puesto al negocio de la refinación a nivel mundial en uno de sus peores momentos en años, lo que debe ser una señal de alarma para que el gobierno reconsidere parar o cancelar este proyecto, coinciden los analistas consultados.
“Ningún proyecto de ese tamaño se ejecuta en 3 años, y el alza del tipo de cambio va a subir el costo inicial. El presupuesto de hace un mes hoy ya no se va a tener”, dice Érick Sánchez Salas, asociado de la consultora IHS-Markit
Las estimaciones del gobierno sobre Dos Bocas contemplaban un dólar más barato hace un año, mientras que en los últimos meses se ha disparado de cerca de 19 pesos por dólar a superar los 23.
“La refinería va a necesitar 25% más de pesos sólo para ajustar su presupuesto a este caída en el tipo de cambio este año”, dice Raymundo Sánchez, socio de la consultora Kearney.
Las condiciones actuales del mercado también deben hacer que las autoridades pongan en la balanza el dinero que se va a destinar este año al proyecto de Dos Bocas, teniendo en cuenta los recortes que las grandes petroleras del mundo plantean derivado de la caída del precio del petróleo, dice Ixchel Castro, analista para temas de refinación en México y América Latina para la consultora Wood Mackenzie.
“Los proyectos no sólo de refinación, sino también de producción de hidrocarburos están en revisión (…) y tienen que analizar si la tasa de rentabilidad de un proyecto como el de Dos Bocas, viendo estos cambios, sigue siendo comparable con proyectos de extracción de petróleo”, explica la especialista.
Un gran número de petroleras a nivel internacional han anunciado recortes a la inversión que realizarán este año, afectando a la baja sus pronósticos de producción de petróleo. Pemex sólo ha anunciado ahorros en temas administrativos, y de contrataciones de servicios, pero ha esquivado tocar sus perspectivas de extracción de petróleo para este año, así como cancelar proyectos como el de Dos Bocas o la construcción del Tren Maya.