A una semana de haber entrado en vigor el nuevo acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, la industria automotriz aún tiene muchas dudas respecto a cómo operar bajo las nuevas reglas del T-MEC.
El T-MEC entra en vigor, pero la industria automotriz aún tiene muchas dudas
“Aún falta que los equipos negociadores de los tres países aclaren algunos puntos que no quedaron claros, a partir de lo cual se tendrán que actualizar las reglamentaciones uniformes ya publicadas. Esto deberá de suceder en los siguientes días”, dijo en videoconferencia Fausto Cuevas, director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
El paro de actividades por el COVID-19 y la tardanza en la publicación de la reglamentación dificultaron la adecuación de las operación y la búsqueda de nuevos proveedores para llenar los huecos en la cadena de suministro del sector, dejando a la mayoría de los fabricantes, alrededor del 70%, sin la posibilidad de cumplir con todos los nuevos requisitos a partir del 1 de julio.
¿Inversiones o aranceles?
Cuevas anticipó el mes pasado que la mayoría de los fabricantes solicitaría un Régimen de Transición Alternativo, contemplado dentro del mismo acuerdo y que otorga dos años adicionales a los tres establecidos en el T-MEC, para poder seguir exportando los vehículos a Estados Unidos y Canadá sin pago de arancel.
Pero en medio de la crisis económica que ha desatado la pandemia de coronavirus, y con sus estados financieros en rojo, los fabricantes también podrían optar por pagar un arancel de 2.5%, que pudiera ser trasladado al precio final del vehículo, en vez de hacer todas las inversiones y ajustes salariales necesarios para cumplir con las reglas del nuevo acuerdo comercial.
“En general, los fabricantes están buscando operar conforme al tratado, no obstante, cada empresa tiene su propia estrategia y podría haber alguna que preferiría pagar el arancel”, dijo Cuevas.
La fecha límite para solicitar el Régimen de Transición Alternativo venció el 1 de julio y la resolución de la Oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos (USTR por sus siglas en inglés) llegará hasta finales de agosto.
“Mientras no haya una resolución, las empresas exportarán con base en las reglas del Régimen de Transición Alternativo, que son más favorables a las que establece el T-MEC”, dijo Cuevas, quien espera que la entrada en vigor del nuevo acuerdo no genere un impacto negativo adicional en las exportaciones durante julio y agosto.
Durante el primer bimestre del año, los fabricantes de vehículos exportaron un millón de unidades, aún bajo las reglas del viejo TLCAN. La expectativa de la AMIA para 2020 es enviar al exterior 2.3 millones de unidades, 33% menos que los 3.33 millones exportados en 2019.
El líder gremial advirtió que si la solicitud interpuesta por la mayoría de las armadoras para acogerse a este nuevo Régimen de Transición Alternativo es rechazada, las empresas deberán de pagar un arancel de 2.5% por cada vehículo enviado a Estados Unidos, que no cumpla con las nuevas reglas de contenido regional establecidas en el T-MEC.
En el primer semestre del año, el 80% de las exportaciones mexicanas de vehículos salieron de México con destino al mercado estadounidense.