Bajo las reglas del nuevo acuerdo, que entrará en vigor el 1 de julio, un vehículo producido en la región podrá exportarse entre los países firmantes libre de aranceles cuando cumpla cuatro condiciones: que 75% de su contenido provenga de la región de Norteamérica (México, Estados Unidos y Canadá) –un incremento importante desde el 62.5% que requería el TLCAN–, y que, dependiendo del modelo, entre el 40% y 45% del valor del vehículo sea producido por trabajadores que perciban al menos 16 dólares la hora.
Además, 70% del acero y del aluminio utilizados en la fabricación de los vehículos deberán provenir de Norteamérica, igual que algunos componentes esenciales como el motor y la carrocería, que deberán tener un valor de contenido regional de 75%.
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A excepción del nuevo porcentaje de acero, la aplicación de la mayoría de las nuevas reglas será gradual. En el caso del porcentaje de contenido regional, por ejemplo, los fabricantes y sus proveedores atravesarán cuatro etapas hasta alcanzar el 75%. El primer escalón es pasar del 62.5% de contenido regional en las partes esenciales o core parts a 66% en este año. Para 2021 debe ser 69%, para 2021 debe ser 72% y en 2023 debe ser 75%.
Este miércoles se publicaron las reglamentaciones uniformes en la web de la Secretaría de Economía, que establecen los mecanismos para poder acreditar el cumplimiento de los nuevos requisitos. “Pero 29 días no es tiempo suficientemente para para hacer todos los ajustes”, dijo en una videoconferencia Eduardo Solís, miembro del consejo directivo de la Concamin.
Los fabricantes de vehículos habían calculado un mínimo de seis meses para poder ajustar procesos con toda la red de proveedores a fin de poder cumplir con la nueva forma de cálculo de las reglas de origen automotrices.
“Habrá alguna armadora que ya hizo sus cuentas y que vio que sí puede cumplir, pero la mayoría, un 70% quizá, no está en esa posición”, dijo Solís. Según el también expresidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, los fabricantes de vehículos que no puedan cumplir con las nuevas reglas de origen al 1 de julio tendrán dos alternativas:
- Pagar el llamado arancel de nación más favorecida, de 2.5% por cada uno de los vehículos que exporten desde México a Estados Unidos y Canadá, mientras alistan todos sus procesos para poder cumplir con la nueva regla de origen.
- Solicitar al país importador, que en este caso sería Estados Unidos o Canadá, un régimen de transición alternativo que, de ser aprobado por la autoridad competente, les permitirá exportar sus modelos libres de arancel cumpliendo una regla un poco más laxa que la establecida en el nuevo T-MEC.