¿Qué tan difícil es envasar 35,000 litros de agua en un par de días para una empresa que cada año vende 4,000 millones de litros de agua embotellada? En principio suena fácil; excepto por el hecho de que el envasado de esos miles de litros es en bolsas y no en garrafones o botellas de PET.
La transformación de Bonafont para producir agua en bolsas
En mayo, la marca que pertenece a la francesa Danone, impulsó una iniciativa para donar agua en bolsas de 5 litros, a 10,000 personas de comunidades de bajos recursos en los estados de México y Morelos, como parte de las acciones que el fabricante de alimentos emprendió para mitigar los efectos de la emergencia sanitaria entre la población.
La producción se realizó en la planta de Texcoco, en el Estado de México, una de las 27 donde la marca envasa en garrafones de 20 litros y cuya ubicación facilitó la entrega del vital líquido, según cuenta Juan Pablo Salinas, director de Operaciones de Bonafont en Tu Casa. “Para esta iniciativa buscamos que la ayuda que estaríamos repartiendo fuera lo más eficiente posible, sobre todo en la parte de logística”.
El complejo tiene capacidad para producir 2,400 garrafones por hora. Es uno de los cinco con mayor capacidad de Danone en México, según la información disponible en su sitio web; pero al igual que el resto de las plantas, carecía de una línea para producir agua en bolsa. Al menos hasta ahora.
Crear la producción
Para la producción de agua en bolsa un grupo de ingenieros y técnicos reactivó una máquina que estaba en desuso y la adaptó para fabricar los ‘pouch’ de Gotta, nombre que adoptó esta presentación de cinco litros, la cual rememora la línea de dispensadores de agua compactos que Bonafont trajo a México en 2014.
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— Gotta By Bonafont (@gottabonafont) October 16, 2014
Implementar la nueva línea requirió la instalación de un área de llenado con presión positiva con filtros de aire HEPA (High Efficiency Particle Arresting, o recogedor de partículas de alta eficiencia). Esta sirve para garantizar la pureza del lugar del trabajo.
Asimismo, se instaló un sistema de filtración de agua paralelo a la línea de producción de garrafones y se adecuaron los transportadores, las áreas de inspección y pruebas, así como la zona de empaque y almacén de producto terminado, explica Salinas.
Todas las adecuaciones se hicieron en tres semanas incluyendo detalles de obra civil y electromecánica que incluyó una nueva instalación eléctrica y una automatización del sistema de llenado y de limpieza de tuberías.
“El reto más importante fue el sellado del pouch –por inducción eléctrica–, a través del control de temperatura que no ocasionará daños en el pouch”.
Razones para quedarse
Más allá del reto, envasar agua en bolsa supone para Bonafont ahorros en costos de producción y de distribución, algo que cualquier empresa no puede minimizar.
De inicio, la maquinaria para producir el pouch requiere menos espacio físico comparado con una línea para llenado de garrafones o de botellas en PET y su operación requiere hasta 80% menos personal.
Además el consumo de energía es un 50% menor respecto a la línea de envasado en garrafón tradicional, y se reduce el uso de empaque primario y secundario, así como el uso de transportadores y paletizador, según explica el Director de Operaciones de Bonafont en Tu Casa.
“La diferencia de costos comparando este envase a un garrafón es principalmente en el proceso de envasado, proceso que toma 2.5 minutos adicionales. Esto se debe a que el garrafón requiere de revisión, inspección, lavado y sanitizado que llevan antes de ser rellenado”, detalla Salinas.
Pese a las ventajas la compañía no prevé, de momento, instaurar una producción de este tipo con fines comerciales.
Esto no descarta que (este formato) se utilice en el futuro; pero por el momento nos estamos enfocando en apoyar de la mejor manera a las personas más vulnerables
Para Bonafont, embolsar 35,000 litros de agua requirió elaborar 7,000 pouch de 5 litros a una capacidad máxima de 800 pouch/hora. Toda la producción y distribución requirió más de un par de días, sobre todo porque la entrega a las comunidades se realizó a través de cuatro fundaciones, entre ellas Nobles Tercios, que otorga educación integral a distancia a niños y adultos, y la Fundación Origen, que da apoyo psicológico y capacitación a mujeres.
¿Y el impacto ambiental?
El principal ahorro del pouch respecto a la producción tradicional es que no implica tener que recoger los garrafones vacíos para rellenarlos en planta. Salinas aclara que esto no significa que la presentación sea contaminante.
La bolsa está hecha con base en un laminado de PET/PE (pet-polietileno) que es ultra resistente y recibe el mismo tratamiento para reciclaje que el PET tradicional.
La recuperación y reprocesamiento del empaque se realiza de forma indirecta en colaboración con empresas dedicadas a la industria del reciclaje toda vez que la compañía no tiene centros de acopio propios.
De la basura al hospital
A través de alianzas estratégicas, Danone ha implementado iniciativas para reciclar PET, ya sea para producir más botellas, o bien, para elaborar equipo de protección para personal médico que atiende a pacientes de Covid-19 en el país.
En mayo, la compañía también donó 500 batas y 500 cubrebocas y cobijas, hechas con más de 200 kilogramos de plástico reciclado de botellas, a personal médico de hospitales de los estados de México, Oaxaca y la Ciudad de México.
Los artículos fueron elaborados por los proveedores de Danone: Antex, que hace hilo a partir del PET reciclado, y Felme, compañía responsable de elaborar los uniformes y playeras de la Carrera Bonafont, los cuales también están hechos de otras botellas recicladas.
El PET reciclado es sometido a un proceso de extrusión en el que se eliminan todos los contaminantes y posteriormente producir el hilo y la tela, según explica Marco Iturriaga, director de Compras de Grupo Danone.
La compañía no descarta repetir esta iniciativa para apoyar al personal de salud o bien para donarlo a otros sectores.
“Conforme esta situación evolucione, revisaremos la viabilidad de seguir produciendo estos u otros materiales que sean necesarios (…) Incluso en un futuro próximo quizá tengamos que apoyar con materiales de protección a otros sectores para ir reactivando la economía”.