Durante abril, mayo y junio, las ventas de vehículos cayeron menos de lo previsto gracias a una avalancha de promociones que los fabricantes de vehículos y sus concesionarios lanzaron con el objetivo de mantener las ventas a flote, en medio del cierre generalizado de comercios y la pérdida de más de un millón de empleos, debido a la pandemia del coronavirus.
Se acabaron las ofertas: el precio de los autos subirá en el segundo semestre
General Motors, por ejemplo, puso sus modelos a precio de empleado y lanzó un programa de devolución de enganche por hasta 200,000 pesos en caso de pérdida de empleo. “Es un plan que yo nunca había visto”, dice Gerardo San Román, director de la firma de análisis Jato Dynamics.
Con bonos de 30,000 pesos, tasas de interés promocionales de 9% y 10% (el promedio de la industria es de 15%), servicios de mantenimiento, seguro gratis por un año y la posibilidad de pagar la primera mensualidad en 90 días, las marcas lograron vender casi 140,000 modelos durante el segundo trimestre del año. Incluso, las ventas mensuales fueron creciendo: en abril se vendieron 34,903 unidades, en mayo 42,028 y en junio 62,837, según datos de Inegi.
Recomendamos:
Pero esta dinámica de recuperación podría verse afectada durante el segundo semestre del año debido a que los fabricantes empezarán a trasladar el impacto de la volatilidad cambiaria a los precios de los vehículos, conforme vayan introduciendo los años modelo 2021.
El peso cerró el semestre con una depreciación de 21.52%, según datos del Banco de México, y aunque los fabricantes trataron de contener este impacto durante el segundo trimestre del año, no podrán hacerlo por mucho tiempo más. “Tenemos que tomar acciones en el precio, porque el deterioro del peso mexicano es realmente malo. No estoy diciendo que vamos a trasladar todo este porcentaje de depreciación al precio de los autos, pero al final del día, y desde un punto de vista corporativo, sí tenemos que incrementarlo”, dice Miguel Barbeyto, presidente de Mazda Motors México.
En México, se ofertan alrededor de 460 modelos, de los que aproximadamente 410 son importados, incluidos varios de los modelos más vendidos en el país como el Chevrolet Aveo, que viene de China; el Volkswagen Vento, que viene de India; el Honda CR-V, que se importa de Estados Unidos; el Toyota RAV4 que viene de Japón, el Nissan Altima que llega desde Estados Unidos y el y Nissan X-Trail, también de Japón.
Recomendamos:
Incluso los modelos de manufactura local están expuestos a la volatilidad cambiaria, en tanto de que muchos de los insumos con los que se fabrican, como el el acero y el aluminio, se cotizan en dólares, además de que hasta hasta la mitad de los componentes con los que se fabrican se importan de Norteamérica o de otros países.
“Somos una industria global y que en buena medida opera en dólares”, dice Rodrigo Centeno, director senior de Mercadotecnia de Nissan Mexicana.
Algunos especialistas temen que el incremento en los precios afecte las ventas de vehículos nuevos en el segundo semestre.
“Creímos que los peores meses iban a ser abril y mayo pero yo creo que van a ser más bien los siguientes. El razonamiento es simple: mientras que durante la contingencia sanitaria hubo muchas promociones que permitieron a los clientes comprar un auto con muchos beneficios, estas condiciones de precio y financiamiento difícilmente se podrán mantener en el segundo semestre del año, y esto inevitablemente va a impactar el desempeño de la industria”, dice Barbeyto.
Pero San Román, de Jato Dynamics, matiza el escenario. Según el especialista, la cultura financiera de los mexicanos no es la más enfocada en buscar precios bajos ni tasas de interés competitivas. “En México el crédito es caro. Los consumidores están dispuestos a pagar intereses o costos financieros más altos, comparado con otros mercados, con tal de hacerse de los bienes que quieren, y el crédito es ese puente”, dice. “El precio no es realmente el detonante de las compras, sino el financiamiento. Por ello, no creo que el incremento de precio vaya a afectar tanto la compra de vehículos en el segundo semestre”, añade.
Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), estima que las ventas de autos caerán 30% este año, hasta las 900,000 unidades en un escenario de recuperación en forma de 'V'. No obstante, el representante de los distribuidores de vehículos nuevos en el país, advierte que esta caída podría ser aún más profunda, de hasta 47%, si la recuperación económica toma una forma de 'L' en los siguientes meses.
Aunque hay opiniones diferentes respecto al impacto que tendrá el incremento de los precios en la venta de autos nuevos en los siguientes meses, los especialistas coinciden en que la industria difícilmente podrá recuperar los niveles de venta que tenía en 2019 al cierre de este año. “Yo creo que esto ocurrirá hasta 2024”, dice Barbeyto.