El movimiento de mercancías por ferrocarril comenzó a desacelerar las caídas a doble dígito mostradas en abril y mayo, con una disminución de 9.2% en las toneladas transportadas en junio, que se traduce en un ajuste de 4.2% en el primer semestre del año, un índice significativamente menor comparado con otros medios de transporte.
Aun con caídas, el comercio ferroviario sortea el efecto de la pandemia
Mientras en el periodo de enero a junio de 2019 se movieron 61.5 toneladas de mercancías, en el mismo periodo de 2020 fueron 58.9 toneladas, una pérdida de apenas 2.6 millones de toneladas en términos absolutos, y que en términos relativos fue inferior a la de otros medios como la carga aérea –que se contrajo 26% en el mismo periodo– y la portuaria, que cayó 12.4%, aunque de momento no hay una cifra consolidada para el autotransporte de carga.
En este dinamismo incidieron dos factores. Por una parte, las empresas que transportan los mayores volúmenes –Ferromex y Kansas City Southern de México (KCSM)– tuvieron caídas marginales, explica Pedro Canabal, socio de comercio exterior de Baker Tilly y académico de la Universidad Panamericana.
“De las siete concesionarias que hay, las que tienen 85% del mercado están prácticamente en línea con semestre anterior”, dijo haciendo referencia al ajuste de 1.2% de Ferromex y de 3.1% de KCSM.
A pesar de esto, el decremento en las exportaciones ferroviarias fue otro factor que presionó el movimiento de mercancías, con una caída de 11.1% sumando poco más de 10 millones de toneladas.
“Esto se debió al paro que hubo en las líneas de producción, especialmente en la industria automotriz. En abril hubo caídas de 90% en la producción de vehículos, por supuesto esto impacta directamente al medio de transporte, de hecho es sorprendente que no haya sido más de 11%”, agregó el especialista.
Un elemento adicional fue que la industria ferroviaria –al igual que otros medios de transporte– se considerara una actividad esencial, con lo cual se cobra una fortaleza que podría incrementar con la entrada en vigor del T-MEC, refiere José Zozaya, director general de Kansas City Southern de México.
“Con el aumento que habrá de inversión en México motivada del TMEC, la demanda en volúmenes también va a aumentar”, dijo.
De mantenerse las condiciones, el sector incluso podría esperar un repunte al cerrar 2020, ya que el nuevo tratado ha comenzado a impulsar industrias como la automotriz y agroalimentaria.
“También hay nuevos esquemas para los agronegocios. Hay factores que no son muy positivos, como en materia de seguridad, pero de mantenerse las condiciones, podrían repuntar”, concluyó Canabal.