En Estados Unidos, el mercado más grande para Volkswagen en América, los SUV ya generan 55% de sus ventas. Atlas (Teramont en México) y la Tiguan alargada producida en Puebla fueron claves para que la marca incrementara 4% sus ventas en ese mercado en los últimos cinco años, aún en medio del escándalo por la manipulación de emisiones contaminantes conocido como ‘dieselgate’.
La meta de Volkswagen es ofrecer 30 modelos de SUV en todo el mundo para 2025, desde los 16 que ofrece actualmente, y que van desde el T-Cross, que es del tamaño de un Polo, hasta el Touareg, que es el más grande de su gama.
El nuevo Taos se ubicará entre el T-Cross y el Tiguan alargado. Estará montado sobre la plataforma modular transversal MQB, sobre la cual el grupo ha desarrollado una treintena de modelos de sus marcas Volkswagen, Audi, Seat y Skoda, permitiéndole generar economía de escalas. El arranque de producción de Taos requirió una inversión de 400 millones de dólares.
Steffen Reiche, presidente de Volkswagen México, dijo en una video presentación previa al lanzamiento oficial del modelo en octubre que este proyecto “permitirá a la planta de Puebla seguir creciendo”, además de que “apoyará a la recuperación económica del país”.
En México, Volkswagen ha utilizado la letra ‘T’ para nombrar a toda su línea de SUV: T-Cross, Tiguan y Teramon. El nuevo Taos sigue con esta lógica. El modelo toma el nombre de un pequeño pueblo en Nuevo México, Estados Unidos, fundado hace 400 años, con una población de 6,000 habitantes y paisajes que incluyen amplias llanuras, montañas y el Río Grande Gorge.
Volkswagen promete que Taos ofrecerá economía de combustible y un atractivo diseño, además de funciones avanzadas de infoentretenimiento y de asistencia para el conductor. Su lanzamiento global será en octubre.