Expansión trató de contactar a Interjet previo a la publicación de esta nota, pero no obtuvo respuesta.
La firma, al igual que sus rivales Aeroméxico y Volaris, se vio seriamente afectada por la pandemia de coronavirus y fue capitalizada a mediados de julio con 150 millones de dólares para reforzar sus operaciones.
La pandemia no es el único problema que la aerolínea enfrenta desde principios de año.
A la pérdida neta de 516 millones de pesos (mdp) registrada en el primer semestre de 2019 —el último dato financiero público de la compañía—, le siguieron cancelaciones y demoras en vuelos que afectaron a más de 21,000 pasajeros en el verano.
Los problemas han escalado hasta un embargo del SAT de 10% de sus ingresos para saldar adeudos fiscales entre 2013 y 2017, además de otros adeudos por servicios de navegación aérea (de 126 mdp hasta 2019) y compromisos pendientes en materia de combustible con ASA.
La falta de ingresos comenzó a afectar el pago de salarios, prácticamente desde abril, una situación que empeoró en septiembre, cuando varios de los empleados dejaron de percibir salarios, lo que derivó en un emplazamiento de huelga para el 20 de octubre, que fue pospuesta al 30 de octubre.
Con información de Juan Tolentino y Reuters