“México es el país perfecto para liderar esta transformación, gracias a la capacidad y experiencia que los mexicanos han demostrado en el diseño, ingeniería y manufactura de los productos de la marca”, mencionó Héctor Pérez, CEO de Ford de México en un comunicado difundido por la marca.
Meses antes, cuando arrancó la preproducción del modelo, Marcos Pérez, director de ingeniería, dijo en una entrevista telefónica que el país era “ideal” para mantener un costo de manufactura competitivo dentro de la región. “Podrías lograrlo también en India, pero está muy lejos de Estados Unidos, que es uno de los principales mercados para el modelo”.
La planta de Cuautitlán, construida en los años 60, ha producido diversos modelos, desde camiones de la Serie F hasta el subcompacto Fiesta. Pero la transición de una planta de coches tradicional a una fábrica que produce eléctricos implicó la adopción de nuevas tecnologías. Una centena de ingenieros mexicanos, de los 2,000 que laboran en el Centro de Ingeniería de Cuautitlán dirigido por Pérez, participaron en el desarrollo de algunos módulos para este vehículo.
Ford, que en los últimos meses ensambló 307 unidades de preproducción de Mach-E en la planta renovada de Cuautitlán, inicio este miércoles la producción de las primeras unidades para exportación, tanto para Europa, como para Estados Unidos, donde esperan el modelo para el último trimestre del año. La comercialización del eléctrico en México aún no está confirmada.
La carrera de las baterías
Reducir el costo de producción de la batería es quizá ahora el mayor reto para masificar las ventas de eléctricos, ya que esto permitirá bajar el precio de los vehículos, que ahora supera los 700,000 pesos. El precio de salida del Mach-E en Europa, por ejemplo, será de 46,900 euros (unos 1.1 millones de pesos).
“El punto de inflexión será cuando se encuentre la forma de producir la batería a un costo inferior de 100 dólares por kilowatt hora”, dice Pérez, quien calcula que cuando se cruce esa barrera, el costo de producir un eléctrico va a ser prácticamente el mismo que el de uno a combustión interna.
“En ese momento empezaremos a ganar dinero con los vehículos eléctricos. Tesla, por ejemplo, lleva años perdiendo, creo que apenas empezaron a hacer algo en el último cuarto de 2019, pero les ha costado sangre, sudor y lágrimas, porque para que sea un negocio rentable hay que lograr escalas muy grandes”, añade.