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Ford arranca la producción de su primer eléctrico Mach-E en México

La automotriz estadounidense había asignado inicialmente la producción del crossover a una planta de Michigan. Pero en el camino hubo un cambio de planes y el proyecto finalmente llegó a México.
mié 04 noviembre 2020 05:15 PM
Producción de Mach-E.png
Ford arrancó este miércoles la producción de las primeras unidades para exportación, tanto para Europa, como para Estados Unidos, donde el lanzamiento está programado para el último trimestre del año.

Ford arrancó la producción de su primer modelo eléctrico a nivel global... y el lugar elegido para hacerlo fue México. Se trata de un crossover derivado de su submarca Mustang, denominado Mach-E, que se ensamblará en la renovada planta de Cuautitlán, Estado de México.

A principios de 2018, la armadora estadounidense anunció que invertiría 11,000 millones de dólares para lanzar 40 nuevos modelos híbridos, híbridos enchufables y eléctricos hacia 2022, incluida una versión eléctrica de su icónico modelo F-150, versiones híbridas enchufables de sus SUV y un nuevo crossover eléctrico.

En medio de las duras críticas hechas por Donald Trump a las automotrices que invertía en México para exportar a Estados Unidos, Ford asignó la producción de Mach-E, el primero de 16 modelos totalmente eléctricos, a una planta de Michigan. Pero en el camino hubo un cambio de planes y el proyecto finalmente llegó a México.

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“México es el país perfecto para liderar esta transformación, gracias a la capacidad y experiencia que los mexicanos han demostrado en el diseño, ingeniería y manufactura de los productos de la marca”, mencionó Héctor Pérez, CEO de Ford de México en un comunicado difundido por la marca.

Meses antes, cuando arrancó la preproducción del modelo, Marcos Pérez, director de ingeniería, dijo en una entrevista telefónica que el país era “ideal” para mantener un costo de manufactura competitivo dentro de la región. “Podrías lograrlo también en India, pero está muy lejos de Estados Unidos, que es uno de los principales mercados para el modelo”.

La planta de Cuautitlán, construida en los años 60, ha producido diversos modelos, desde camiones de la Serie F hasta el subcompacto Fiesta. Pero la transición de una planta de coches tradicional a una fábrica que produce eléctricos implicó la adopción de nuevas tecnologías. Una centena de ingenieros mexicanos, de los 2,000 que laboran en el Centro de Ingeniería de Cuautitlán dirigido por Pérez, participaron en el desarrollo de algunos módulos para este vehículo.

Ford, que en los últimos meses ensambló 307 unidades de preproducción de Mach-E en la planta renovada de Cuautitlán, inicio este miércoles la producción de las primeras unidades para exportación, tanto para Europa, como para Estados Unidos, donde esperan el modelo para el último trimestre del año. La comercialización del eléctrico en México aún no está confirmada.

La carrera de las baterías

Reducir el costo de producción de la batería es quizá ahora el mayor reto para masificar las ventas de eléctricos, ya que esto permitirá bajar el precio de los vehículos, que ahora supera los 700,000 pesos. El precio de salida del Mach-E en Europa, por ejemplo, será de 46,900 euros (unos 1.1 millones de pesos).

“El punto de inflexión será cuando se encuentre la forma de producir la batería a un costo inferior de 100 dólares por kilowatt hora”, dice Pérez, quien calcula que cuando se cruce esa barrera, el costo de producir un eléctrico va a ser prácticamente el mismo que el de uno a combustión interna.

“En ese momento empezaremos a ganar dinero con los vehículos eléctricos. Tesla, por ejemplo, lleva años perdiendo, creo que apenas empezaron a hacer algo en el último cuarto de 2019, pero les ha costado sangre, sudor y lágrimas, porque para que sea un negocio rentable hay que lograr escalas muy grandes”, añade.

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Para avanzar en este frente, Ford ha hecho diversas alianzas, una de ellas con Volkswagen. “Los dos estamos metidos en la misma tempestad y estamos buscando la forma de hacer vehículos eléctricos de una forma más asequible. La fórmula por la que hemos apostado va por muy buen camino”, dice Pérez.

Pero reducir el costo de la batería es solo uno de los varios retos que ha traído el lanzamiento del Mach-E, considerado uno de los tres modelos clave para la marca en 2020, además del Bronco y de un F-150 rediseñado, a la filial mexicana. Otro ha sido el desarrollo de proveedores nuevos a fin de que el modelo eléctrico cumpla con una nueva regla de origen más estricta establecida en el nuevo T-MEC, que entró en vigor recientemente.

A diferencia de los modelos a gasolina, el Mach-E tiene un motor eléctrico, un transeje electrónico y una batería del tamaño de un colchón individual que ocupa todo el piso del vehículo. Para poder exportarlo a Estados Unidos y Canadá, sin pago de arancel, la batería ahora debe de estar ensamblada en la región, lo cual llevó a Ford a montar una línea para ensamblarlas en la planta de Cuautitlán.

Ocho técnicos mexicanos viajaron a Dearborn, Michigan, para capacitarse en su funcionamiento y fueron los responsables de echarla a andar en la planta mexicana. Antes de arrancar el ensamble de las baterías en México, otro grupo de operadores tuvo 40 horas de entrenamiento teórico, antes de ponerse a armar y desarmar cerca de 30 prototipos de baterías durante tres días.

Ford ha dicho que Mustang Mach-E estará disponible con opciones de batería estándar y de alcance extendido, que tendrá una autonomía máxima de 600 kilómetros. Pérez dijo que, por ahora, las pilas se ensamblarán con celdas producidas e importadas por LG, pero no descarta que en el futuro éstas también se puedan fabricar en la región.

“Parte de la asignatura pendiente en la industria automotriz es lograr una integración vertical. Imagina que México pudiera fabricarse celdas de litio a gran escala”.

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