La Auditoría confirmó en el reporte que la renegociación implicaría un ahorro de 4,342 millones de dólares durante los primeros 25 años del contrato, mismos que podrían verse borrados en los siguientes 10 años, debido a un pago extra comprometido de 11,178 millones de dólares por el transporte de gas.
La CFE aumentó de 25 a 35 años la duración de cuatro de los cinco contratos negociados con las compañías Carso Energy, IEnova y Fermaca, mientras que en el otro solicitó más capacidad en el ducto.
La empresa eléctrica nacional defiende que aunque el plazo de los contratos no hubiese sido ampliado, al finalizar el año 25 tendría que haber contratado de nuevo los servicios de las compañías dueñas de los gasoductos.
“De no haber realizado la extensión del contrato por 10 años adicionales, la CFE hubiera tenido que recontratar estos gasoductos en el año 26 con una tarifa regulada variable en el tiempo, pudiendo llegar a pagar 13,222 millones de dólares, frente a los 11.178 millones de dólares que ya tiene acordado”, se lee en una presentación de la compañía.
Así, dice la CFE, se evitó un pago adicional en el largo plazo de cerca de 2,000 millones de dólares.
La compañía nacional asegura que de las renegociaciones consiguió tres principales beneficios: tarifas fijas con una reducción de 27% respecto a las originalmente establecidas; equilibrios en las cláusulas de casos fortuitos y la eliminación de riesgos financieros para la compañía en el futuro.
La continuidad de los contratos originales, dijo Miguel Reyes, director de CFE Energía, podrían haber provocado que la compañía incurriera en deuda para cumplir con los montos a pagar o en una mayor cantidad de subsidios para mantener las tarifas de electricidad.
“De haber mantenido esas tarifas, hubiese sido impagable para la CFE, impagable”, dijo Manuel Bartlett en la conferencia.
La CFE aún tiene pendiente la negociación de dos gasoductos con TC Energía –antes TransCanada–, el Tula-Villa de Reyes y Tuxpan-Tula.
Las empresas aún se encuentran negociando las tarifas y revisando la ruta del ducto Tuxpan-Tula y algunas protestas sociales que no han permitido la puesta en marcha del gasoducto Tula-Villa de Reyes.