La compra con la que Syngenta quiere dar mayor valor a la balanza alimentaria
La adquisición de la italiana Valagro forma parte del plan global de inversiones de Syngenta Group por 2,000 mdd para desarrollar tecnologías a fin de mejorar los cultivos de forma sostenible.
La diversidad climática del país ha permitido la producción de alimentos competitivos para el mercado de exportación; sin embargo, también hace que la productividad de los agricultores sea contrastante dependiendo la región.
Al cierre de noviembre, por ejemplo, Yucatán se cosecharon 384 toneladas de aguacate y se obtuvieron 8,947 toneladas, una productividad de 24.3 toneladas por hectárea. En cambio, la producción en Hidalgo fue de 3,159 toneladas en 465 hectáreas, lo que representó una productividad inferior a las siete toneladas por hectárea, según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
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La disparidad no ha mermado el protagonismo del fruto en las exportaciones –de enero a octubre las ventas de aguacate al exterior del país sumaron 2,780 millones de dólares, un 18% de las exportaciones agropecuarias– pero sí refleja las brechas que hay en la producción agrícola, según explica Javer Valdés, director general de Syngenta para México y Latinoamérica Norte.
“El país será clave en la producción de alimentos en el mundo pero para ello se necesitan tecnologías que garanticen la productividad de forma sostenible y aumenten la competitividad de los cultivos”, menciona.
En febrero, la compañía de tecnologías para protección de cultivos y mejoramiento de semillas ganó el premio de oro en los Fruit Logistica Innovation Awards 2020 de Alemania, por el tomate morado YOOM. Fue desarrollado por el equipo de semillas hortícolas en la estación experimental que Syngenta tiene en El Ejido, en Almería, en España.
El tomate tipo cherry ‘negro’ o ‘morado’ es cultivado en países de Europa, Turquía, Australia, Nueva Zelanda, Japón, Corea del Sur, China, Estados Unidos y México. “Son más negros en el sur y con ligeros tonos púrpura en el norte”, según información de la compañía.
Pero más allá del color, dice Valdés, el tomate tiene una mayor carga de antioxidantes y por ende, un valor agregado para el consumidor.
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Aumentar la innovación
En México Syngenta tiene una estación experimental en Sinaloa,donde los genetistas ‘seleccionan’ –dentro del banco de germoplasma–, las características que demanda el mercado. “Desarrollamos la genética de tomates y pimientos para que no se descompongan rápido y no haya desperdicios; pero que también sean producidos con menor carga química”.
Valdés asegura que la capacidad de innovación de la compañía se fortalecerá con la reciente compra de Valagro, empresa italiana que desarrolla y comercializa bioestimulantes y nutrientes especializados para el campo. Los detalles de la transacción no fueron revelados.
“Aprovecharemos las dos plataformas de innovación para acelerar la Investigación y Desarrollo de tecnologías para los agricultores", afirma.
En México, Valagro ya tiene arraigo entre los productores de frutas –berries, aguacate, etc.– y hortalizas, con biocontroles, micronutrientes y bioestimulantes. Estos “actúan sobre la fisiología de las plantas a través de canales distintos a los nutrientes, mejorando el vigor, el rendimiento y la calidad, además de contribuir a la conservación del suelo después del cultivo”, según información de la empresa italiana.
Tiene oficinas comerciales en Guadalajara y su mayor presencia comercial está en la zona centro-norte: Guanajuato, Jalisco, Michoacán y Sinaloa, principalmente.
Valdés asegura que la adquisición contribuirá a mantener el ritmo de crecimiento de 10% anual hasta duplicar la presencia comercial en los próximos cinco años.
“La complementariedad de portafolios le van a dar procesos de producción más robustos al agricultor y muliplicará la presencia en campo de Syngenta al mantener las dos empresas por separado”, agrega.
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Parte del plan
A nivel global, Valagro tiene 13 filiales comerciales y plantas en Brasil, Italia e India –tras la adquisición en 2015, de la empresa de biopesticidas Sri Biotech Laboratories India Limited–, y dos instalaciones más en Noruega, donde se abastece de minerales naturales. En 2021 la empresa prevé terminar la construcción de una planta en Carolina del Sur, en Estados Unidos, donde desarrollará bioestimulantes y micronutrientes.
El director de Syngenta para México y Latinoamérica Norte remarca que la transacción forma parte de la estrategia de la compañía de invertir 2,000 millones de dólares en los próximos cinco años, para desarrollar nuevas tecnologías que mejoren los cultivos de forma sostenible.
Lanzar una tecnología de protección de cultivos al mercado cuesta unos 280 millones de dólares... Lo que estamos haciendo es invertir esos 2,000 millones para tener al menos dos moléculas disponibles para los agricultores, por año
Javier Valdés, director general de Syngenta México.
La transacción también forma parte de la estrategia integral de la compañíaThe Good Growth Plan, anunciado para 2014-2019, con la misión de contribuir a elevar la productividad de los agricultores cuidando la salud de los agricultores y el medio ambiente.
Recientemente, divulgó la segunda etapa del programa de cuatro pilares, entre ellos acelerar la capacitación del talento, la reducción de emisiones y la innovación sostenible. “Con el cambio climático tenemos que hacer los cultivos más resilientes y las tecnologías de Valagro vienen a complementar ese objetivo”, dice Valdés.