Tiendas 3B abrió su primera unidad en la capital del país en 2005, después de que Hatoum se mudara a México desde Turquía. Ahora, sus sucursales, que no rebasan los 300 metros cuadrados, se ubican en las colonias de 12 estados de la República Mexicana, entre ellos Guanajuato, Querétaro, Jalisco, el Estado de México y Guerrero.
Este año, la cadena alista la inauguración de 150 tiendas más para sumar 1,350 al cierre de año, además de sus nueve centros de distribución. Sin revelar el monto de inversión, Hatoum explica que la ubicación de estas sucursales seguirá el crecimiento orgánico y “circular” que ha hecho que la compañía se haya expandido por la región centro del país desde la Ciudad de México.
El fundador de la cadena considera que la proximidad fue una de las claves que llevaron a atraer nuevos clientes a su piso de ventas durante el confinamiento. Es decir, para los consumidores era más fácil comprar en sus minisuper los productos básicos, sin salir de sus colonias para visitar otras tiendas de formato más grande. “Puedes llegar caminando a una Tienda 3B y puedes ir todos los días”, comenta.
“Las tres b"
“Bueno, bonito y barato” son las 'tres b' que los mexicanos buscan al comprar algún producto. El director de Tiendas 3B considera que la oferta de valor de su modelo de negocio se basa en ofrecer productos de buena calidad a precios bajos.
Para lograrlo, la compañía mantiene una oferta restringida de productos para que en sus anaqueles los consumidores sólo encuentren los artículos de las marcas líderes en su formato más vendido y, junto a ellos, las mercancías de marca propia de 70 socios comerciales a un precio aún más bajo.
El minisúper no ofrece ofertas para los compradores y acepta sólo pagos en efectivo, para ahorrar la comisión de los bancos u otras plataformas de pagos digitales. “Esta es nuestra política. Siempre dar al cliente lo mejor que podemos. Es parte de ganar la confianza del cliente”, dice.