De acuerdo con el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la base de suscriptores incrementó 14.1%, lo que significa que los 25 OMV activos en el países poseen 2.02 millones de líneas.
El freno automotriz
El 2020 ha sido definido por varios de los directivos del sector automotriz como el “año más retador que ha tenido la industria en los últimos 100 años”. Y no es para menos. La pandemia de coronavirus trastocó toda la cadena de suministro del sector, desde la producción de autopartes hasta la comercialización de los modelos.
En marzo, casi dos semanas antes de que México publicase la lista de actividades esenciales en el Diario Oficial de la Federación, prácticamente todos los fabricantes de vehículos pararon sus plantas. La mitad de esos anuncios fueron hechos desde los corporativos regionales de las empresas, con dirección en Estados Unidos, y aplicaron no solo a las plantas mexicanas sino también para las de Estados Unidos y Canadá.
El resto de los fabricantes cerraron sus plantas antes de que terminara la primera semana de abril, y, en la mayoría de los casos, los paros se extendieron hasta la última semana de mayo, cuando finalmente pudieron reiniciar operaciones luego de que el sector fue incluido en la lista de actividades esenciales. General Motors fue la primera en abrir, el 21 de mayo.
Tras una inesperada recuperación acelerada en las ventas de autos nuevos en Estados Unidos, un mercado al que México envía el 80% de las exportaciones, el panorama de las plantas mexicanas se tornaba alentador, hasta que un inesperado desabasto de semiconductores puso nubes negras sobre el sector.
Hasta ahora, la producción y exportación de vehículos en México dibuja una gráfica de montaña rusa y los analistas esperan que la actividad fabril se estabilice a mediados de año. La recuperación de las ventas de vehículos nuevos en el país, que en 2020 cayeron 28%, podría tomar unos cuatro años.
¿Qué pasa con la publicidad?
Los directivos de las marcas tuvieron que reaccionar rápidamente con medidas financieras que permitieran la supervivencia de su compañía tras la aparición del COVID-19. Del 64% de anunciantes que disminuyó su presupuesto de marketing en 2020, 65% de ellos lo hizo en el segundo trimestre del año, según datos de la asociación IAB México.
“Fue necesario monitorear la pandemia día a día”, dice Ewan McIntyre, vicepresidente analista de la firma de investigación Gartner. “Los directores de marketing tuvieron que formar equipos especializados para crear estrategias de optimización de costos a corto plazo, que fueran lo suficientemente fuertes para posicionar la marca a largo plazo”.
Bajo esta idea en mente, en el segundo trimestre del año las marcas empezaron a crear y lanzar proyectos con causa, es decir, con mensajes de apoyo y solidaridad con los consumidores. En este periodo, solo 60% de los anunciantes redujeron su inversión en marketing contra un 33% que decidió incrementar los recursos, de acuerdo con la IAB México.
Para los últimos tres meses del año, solo 44% de las marcas disminuyó su presupuesto de marketing.
La crisis del COVID-19 trajo algo positivo para el sector: la aceleración de la publicidad digital. Según las previsiones de la agencia de investigación Zenith, la inversión global en este medio representó 51% del total del gasto de las empresas en 2020.
Este fue el primer año en el que la publicidad digital atrajo más de la mitad de la inversión que el segmento tradicional, lo cual se esperaba que sucediera hasta 2021.
En México, la IAB estimó que la inversión en canales digitales incrementó 46% respecto al año previo. Para 2021, esta cifra ascenderá a 62%.
Con información de Zyanya López, Juan Tolentino, Diana Nava, Mara Echeverría e Ivet Rodríguez.