Luces y sombras en consumo
Walmart, Chedraui, La Comer y Soriana registraron en marzo el mejor mes para sus ventas, impulsadas por las compras de pánico por el inicio del confinamiento. En conjunto, pero sin Walmart, estas tiendas cerraron el año con un crecimiento en sus ventas de 5.4% en las tiendas con más de 12 meses en operación.
La otra cara del segmento del retail fueron las cadenas departamentales. Con el cierre de las actividades económicas y los confinamientos para evitar los contagios, Palacio de Hierro, Grupo Sanborns y Liverpool tuvieron que poner en suspenso sus operaciones y, aún con la resistencia que crearon al impulsar sus ventas en las tiendas digitales, tuvieron una baja conjunta 15% en sus ventas de las tiendas que tienen más de 12 meses en operación, de acuerdo con la de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD).
Este año también resultó retador para los restaurantes, que cocinan a fuego lento su recuperación. Desde las fondas de barrio hasta las grandes cadenas se vieron obligadas a atender a los comensales con envíos a domicilio, lo que dio un impulso a las plataformas de entrega a domicilio que vino de la mano con el crecimiento de las dark kitches, cocinas sin mesas y sillas a través de las que nacieron marcas y dieron la oportunidad a otras de ampliar su expansión geográfica.
Sin embargo, aún con la trasformación digital de este sector, algunos restaurantes no lograron evitar la crisis por factores como el pago de rentas, el cobro de luz u otros gastos y cerca de 90,000 restaurantes bajaron la cortina para siempre, de acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac).
La caída del turismo
El turismo ha sido uno de los sectores que más se ha contraído a causa de la pandemia. Las restricciones sanitarias y la baja demanda se tradujo en la pérdida de 20.7 millones de turistas internacionales, y a su paso golpeó de manera colateral a otras industrias.
Uno de los mayores ejemplos es el de las aerolíneas, que perdieron 57% de sus pasajeros –alrededor de 11.2 millones de usuarios– en todo el año. En lo individual, empresas como Interjet tuvieron un daño crítico, que, aunada a una crisis financiera que precedía al COVID-19, se tradujo en una disminución de flota de 68 a hasta cuatro aviones, y una huelga que se suma a un cese de operaciones desde hace casi dos meses.
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Aeroméxico fue otra de las empresas que resultó más afectadas, con un desplome en la demanda principalmente en el segmento internacional, el más redituable para la compañía. Por ello, la aerolínea se acogió a una reestructura financiera bajo el Capítulo 11 del Código de Bancarrotas estadounidense, y ha obtenido acceso a un financiamiento de 1,000 millones de dólares de parte del fondo Apollo Global Management.
En medio de la crisis, las empresas que han salido mejor paradas han sido Volaris –que mantiene 40.5% del mercado y lidera por número de pasajeros– y Viva Aerobus, que ha absorbido parte de la cuota de mercado que tenía Interjet.