“Lo que estamos demostrando, creo yo, es que tenemos la capacidad técnica y la capacidad operativa para poder seguir adelante. Nos valida internamente y externamente”, dice Dionisio Garza Sada, CEO de Grupo Topaz, el conglomerado dueño de la petrolera, en entrevista. “Jaguar ahora se convierte, de cierta forma, en socio del gobierno para poder desarrollar la necesidad (de consumo de gas natural) que tiene la industria.”
Los nuevos descubrimientos de gas y una eventual comercialización del hidrocarburo podrían dar un pequeño respiro a la industria nacional de gas, que por años ha visto su producción a la baja, debido al fracaso de varias estrategias y el bajo precio del hidrocarburo proveniente de Estados Unidos.
“Nosotros podríamos llegar entre cinco y siete años a ser el 10% de la producción de gas del país”, dice Garza Sada. Estos dos campos podrían convertirse en el inicio en firme de la estrategia de Jaguar, con el inicio de comercialización del hidrocarburo proveniente de estos dos hallazgos durante este 2021 o a inicios del año próximo.
El primer campo, Dieciocho de Marzo, está ubicado en la Cuenca de Burgos, una zona en el norte del país extensiva de Eagle Ford, la región de gas shale más grande de Estados Unidos.
La Cuenca de Burgos fue explotada por la estatal Pemex tiempo atrás, principalmente para la extracción de gas, y fue prácticamente abandonada tras el boom petrolero estadounidense, que quitó la rentabilidad a la extracción de gas y trajo consigo bajos precios en el precio del combustible y, con ello, un aumento importante en las importaciones a México.
Ahora, en esta zona y tras una inversión de 7 millones de dólares, Jaguar E&P ha encontrado un pozo productor de gas con reservas estimadas de entre 30 y 50 millones de pies cúbicos de gas.
En los siguientes tres años la petrolera invertirá cerca de 30 millones de dólares en la ejecución de más pozos en el campo y alrededor de 7 millones de dólares en un gasoducto y en la infraestructura necesaria para comercializar el combustible principalmente hacia el norte del país.
Su segundo descubrimiento y quizá más importante que el anterior, Spinini, ha resultado productor de gas y crudo. El campo suma reservas por 160 millones de pies cúbicos de gas y entre 20 y 30 millones de barriles de crudo ligero, un tipo de petróleo cuya producción ha caído en el país durante los últimos años y que tiene más demanda en el mercado, de acuerdo con los primeros cálculos de Jaguar.
La petrolera reconoce que la exploración de este campo, ubicado en Tampico-Misantla, ha sido más difícil de lograr, por tratarse de una zona poco explorada por la estatal Pemex, cuando ésta aún tenía la exclusividad en la actividad petrolera del país. “La geología en esta área no se encuentra tan bien caracterizada como en la cuenca de Burgos y, por ello, requerimos de mayor tiempo y trabajo para procesar los datos sobre estos recursos potenciales y después llevarlos al mercado”, dice la empresa en un documento.
Jaguar ha reconocido en entrevistas anteriores que se quedó con un apetito de más contratos petroleros, después de que la actual administración decidió la cancelación de las rondas. Ahora, Garza Sada asegura que están interesados en explorar el potencial gasífero de estados como Coahuila, Tamaulipas y Nuevo León, si es que la estatal Pemex decide abrir nuevamente la participación a las compañías privadas.
La petrolera se concentrará este año en perforar entre 12 y 20 pozos –tanto exploratorios, como de desarrollo– y continuar afinando su estrategia para captar más capital privado y así seguir con su objetivo de convertirse en un jugador importante del mercado, que aún sigue siendo completamente dominado por Pemex.
Jaguar podría salir a bolsa en México, Canadá o Inglaterra, los tres planes que ha explorado hasta ahora. Pero el proceso es lento y continúa afinando la estrategia.