La escasez de semiconductores no solo ha reducido la disponibilidad de vehículos nuevos en los pisos de venta de los concesionarios, sino que también está empezando a dejar espacios vacíos en los almacenes de refacciones.
Entre una pandemia que detuvo la actividad industrial durante varios meses, la escasez de chips y una devastadora tormenta invernal en Texas que afectó la producción de polímeros y resinas, la industria de autopartes ha estado luchando por mantener los inventarios de refacciones en el último año.
Svein Azcué, director de Mopar México, la marca de servicios, refacciones y accesorios originales de Stellantis, explica que si bien los repuestos de componentes de alto desgaste, como balatas, filtros y bujías, no se han visto afectados por el desabasto, hay algunos componentes electrónicos que sí lo están.
“Las partes mecánicas no tienen problema, pero si el cliente pierde sus dos llaves del vehículo, probablemente nos vamos a tardar un poco más en poderlas hacer, porque requieren microchips. Si se echa a perder la computadora del vehículo o algún componente electrónico, también podría haber un retraso”, dijo.